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Guerra al funcionario
Tenemos tres tipos de funcionarios:
Eventuales; nombrados por la "especial de relación de confianza" que les une con la autoridad que les elige ( Mérito y capacidad brillan por su ausencia).
De carrera; que han superado una oposición, tras un proceso más o menos largo de preparación.
Interinos;que no tienen una relación permanente con la administración en la que prestan sus servicios.
Cuando se habla del funcionario, se mezclan habitualmente los dos primeros tipos.
Además la provisión de puestos de trabajo entre los funcionarios de carrera queda maltrecha cuando se establece como sistema, la libre designación ( Más de lo mismo, respecto al mérito y capacidad).
La realidad de los funcionarios, es pues diversa, y se tiende a tratarlos como si fueran una realidad monolítica.
Si de verdad queréis saber en que se va el dinero en las Administraciones Públicas, molestaros en ver las liquidaciones de sus presupuestos que han de rendir al Tribunal de Cuentas ( veríais los dispendios y homenajes que se pegan los responsables políticos con el dinero de todos, y la cortes de palmeros y camarilla a la que dan sustento de las formas más inverosímiles).
Solo me queda añadir, que pido perdón por ser funcionario, después de haberme quedado en mi casita durante vacaciones y fines de semana para estudiar una oposición, a la que muchos de los que con tanta alegría opinan, podían haberse presentado.
Eventuales; nombrados por la "especial de relación de confianza" que les une con la autoridad que les elige ( Mérito y capacidad brillan por su ausencia).
De carrera; que han superado una oposición, tras un proceso más o menos largo de preparación.
Interinos;que no tienen una relación permanente con la administración en la que prestan sus servicios.
Cuando se habla del funcionario, se mezclan habitualmente los dos primeros tipos.
Además la provisión de puestos de trabajo entre los funcionarios de carrera queda maltrecha cuando se establece como sistema, la libre designación ( Más de lo mismo, respecto al mérito y capacidad).
La realidad de los funcionarios, es pues diversa, y se tiende a tratarlos como si fueran una realidad monolítica.
Si de verdad queréis saber en que se va el dinero en las Administraciones Públicas, molestaros en ver las liquidaciones de sus presupuestos que han de rendir al Tribunal de Cuentas ( veríais los dispendios y homenajes que se pegan los responsables políticos con el dinero de todos, y la cortes de palmeros y camarilla a la que dan sustento de las formas más inverosímiles).
Solo me queda añadir, que pido perdón por ser funcionario, después de haberme quedado en mi casita durante vacaciones y fines de semana para estudiar una oposición, a la que muchos de los que con tanta alegría opinan, podían haberse presentado.
