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La juez suspende la orden de repatriación a Israel de los cuatro hijos de una avilesina
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La juez suspende la orden de repatriación a israel de los cuatro hijos de una avilesina
En relación con la encuesta que aparece en este foro.
EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza
La Nueva España/AVILÉS/23/11/2006
La juez suspende la orden de repatriación a Israel de los cuatro hijos de una avilesina
María Amor González, ayer, en su domicilio de Avilés, tras conocer el auto.
El Juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Avilés, el mismo que ordenó la restitución a Israel de los cuatro hijos de la avilesina María Amor González, emitió ayer un auto por el que suspende la repatriación de los menores hasta que la Audiencia se pronuncie sobre el caso. González, que ha recurrido al órgano provincial, no podía contener ayer la alegría al recuperar la esperanza de quedarse con sus hijos, que prácticamente daba por perdida. Mientras, su todavía marido y padre de los pequeños, el israelí Moshe Elgozi, mostró su disgusto: «Aún confío en la justicia», dijo.
Amaya P. GIÓN
El Juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Avilés decidió ayer suspender la orden que había emitido para que los cuatro hijos de la avilesina María Amor González fuesen devueltos a Israel, donde reside el padre de los pequeños. La juez ha decidido esperar a que la Audiencia Provincial, ante la que María Amor González ha recurrido, se pronuncie definitivamente sobre el caso. El aplazamiento proviene del mismo Juzgado que el pasado 3 de octubre afirmó que la avilesina había cometido un secuestro internacional de menores por huir de Israel con sus hijos.
Las reacciones fueron inmediatas. González conoció la decisión a primera hora de la mañana: «Vuelvo a recuperar la esperanza», dijo. Por el contrario, Moshe Elgozi -quien conoció la decisión judicial por este periódico- no ocultó su indignación y sorpresa: «Aún confío en la justicia», señaló, a la espera de la decisión de la Audiencia.
El auto basa la suspensión en dos aspectos fundamentales, según fuentes próximas al caso: valora que la Audiencia tiene que dar una respuesta «inminente» sobre el proceso y considera que en el supuesto de que la madre ganara el recurso interpuesto ante la Audiencia, existiría una «extrema dificultad de restaurar la situación actual» si los niños estuviesen en Israel. Así, los cuatro menores -dos niñas y dos varones de entre 8 y 14 años- permanecerán junto a su madre en Avilés hasta que el órgano provincial emita el fallo correspondiente.
La defensa de María Amor González, que ejerce la letrada madrileña Ana Belío, consideró la decisión del Juzgado avilesino «lógica y prudente». «Creo que es la postura más correcta ante la inminencia de la resolución de la Audiencia Provincial. Me parece una medida lógica y entendible por parte de la juez, aunque ya se haya pronunciado sobre el fondo del caso», señaló ayer Belío.
Por su parte, el abogado de Moshe Elgozi, Abel Isaac Bedoya, aseguró que hará las alegaciones oportunas ante la Audiencia e insistió en mantener su postura «hasta el final». Insiste en que la avilesina ha incurrido en un secuestro internacional de menores penado por el Convenio Internacional de La Haya. «No entendemos este cambio y nos encontramos indignados. Parece que la presión social y mediática está influyendo en la justicia y el sentido común», señaló Bedoya.
En cambio, el rostro de María Amor González hablaba ayer por sí solo: «No me lo puedo creer, la juez la ha suspendido y manda todo para la Audiencia. No era capaz de levantar cabeza y ahora tengo un montón de esperanzas», afirmaba ayer nada más conocer la suspensión de la orden de repatriación de sus cuatro hijos.
«El juez sabe la verdad»
Si la avilesina consideraba que por fin se está haciendo justicia, su todavía marido, Moshe Elgozi, atribuía la decisión a la presión pública: «La fiscal y la juez me dieron la razón en el juicio. Los niños llegaron a España de forma ilegal y aun así siguen ahí. Saben que tengo la razón, pero ella -en referencia a María Amor González- se ha encargado de poner a la opinión pública en mi contra», explicaba ayer el israelí, profundamente indignado tras asegurar que continúa «confiando en la justicia». Y añadió: «Espero que la Audiencia decida pronto que los niños regresen a Israel. Llevo esperando un año y ocho meses. El juez es quien sabe la verdad y no la voz de la calle».
El futuro de los cuatro menores, que residen en Avilés desde hace casi dos años, está ahora en manos de la Audiencia, que zanjará el conflicto. La madre confía en que, «por fin», se escuche la opinión de sus hijos.
EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza
La Nueva España/AVILÉS/23/11/2006
La juez suspende la orden de repatriación a Israel de los cuatro hijos de una avilesina
María Amor González, ayer, en su domicilio de Avilés, tras conocer el auto.
El Juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Avilés, el mismo que ordenó la restitución a Israel de los cuatro hijos de la avilesina María Amor González, emitió ayer un auto por el que suspende la repatriación de los menores hasta que la Audiencia se pronuncie sobre el caso. González, que ha recurrido al órgano provincial, no podía contener ayer la alegría al recuperar la esperanza de quedarse con sus hijos, que prácticamente daba por perdida. Mientras, su todavía marido y padre de los pequeños, el israelí Moshe Elgozi, mostró su disgusto: «Aún confío en la justicia», dijo.
Amaya P. GIÓN
El Juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Avilés decidió ayer suspender la orden que había emitido para que los cuatro hijos de la avilesina María Amor González fuesen devueltos a Israel, donde reside el padre de los pequeños. La juez ha decidido esperar a que la Audiencia Provincial, ante la que María Amor González ha recurrido, se pronuncie definitivamente sobre el caso. El aplazamiento proviene del mismo Juzgado que el pasado 3 de octubre afirmó que la avilesina había cometido un secuestro internacional de menores por huir de Israel con sus hijos.
Las reacciones fueron inmediatas. González conoció la decisión a primera hora de la mañana: «Vuelvo a recuperar la esperanza», dijo. Por el contrario, Moshe Elgozi -quien conoció la decisión judicial por este periódico- no ocultó su indignación y sorpresa: «Aún confío en la justicia», señaló, a la espera de la decisión de la Audiencia.
El auto basa la suspensión en dos aspectos fundamentales, según fuentes próximas al caso: valora que la Audiencia tiene que dar una respuesta «inminente» sobre el proceso y considera que en el supuesto de que la madre ganara el recurso interpuesto ante la Audiencia, existiría una «extrema dificultad de restaurar la situación actual» si los niños estuviesen en Israel. Así, los cuatro menores -dos niñas y dos varones de entre 8 y 14 años- permanecerán junto a su madre en Avilés hasta que el órgano provincial emita el fallo correspondiente.
La defensa de María Amor González, que ejerce la letrada madrileña Ana Belío, consideró la decisión del Juzgado avilesino «lógica y prudente». «Creo que es la postura más correcta ante la inminencia de la resolución de la Audiencia Provincial. Me parece una medida lógica y entendible por parte de la juez, aunque ya se haya pronunciado sobre el fondo del caso», señaló ayer Belío.
Por su parte, el abogado de Moshe Elgozi, Abel Isaac Bedoya, aseguró que hará las alegaciones oportunas ante la Audiencia e insistió en mantener su postura «hasta el final». Insiste en que la avilesina ha incurrido en un secuestro internacional de menores penado por el Convenio Internacional de La Haya. «No entendemos este cambio y nos encontramos indignados. Parece que la presión social y mediática está influyendo en la justicia y el sentido común», señaló Bedoya.
En cambio, el rostro de María Amor González hablaba ayer por sí solo: «No me lo puedo creer, la juez la ha suspendido y manda todo para la Audiencia. No era capaz de levantar cabeza y ahora tengo un montón de esperanzas», afirmaba ayer nada más conocer la suspensión de la orden de repatriación de sus cuatro hijos.
«El juez sabe la verdad»
Si la avilesina consideraba que por fin se está haciendo justicia, su todavía marido, Moshe Elgozi, atribuía la decisión a la presión pública: «La fiscal y la juez me dieron la razón en el juicio. Los niños llegaron a España de forma ilegal y aun así siguen ahí. Saben que tengo la razón, pero ella -en referencia a María Amor González- se ha encargado de poner a la opinión pública en mi contra», explicaba ayer el israelí, profundamente indignado tras asegurar que continúa «confiando en la justicia». Y añadió: «Espero que la Audiencia decida pronto que los niños regresen a Israel. Llevo esperando un año y ocho meses. El juez es quien sabe la verdad y no la voz de la calle».
El futuro de los cuatro menores, que residen en Avilés desde hace casi dos años, está ahora en manos de la Audiencia, que zanjará el conflicto. La madre confía en que, «por fin», se escuche la opinión de sus hijos.
