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La Ley Integral contra la Violéncia de Género y sus consecuencias (I)

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09/05/2006 10:16
Juzgado
Aquello era demencial, pues sin comerlo ni beberlo, siendo una persona con un pasado limpio sin antecedente alguno y sin un mal gesto hacia mi expareja en tres años (ni hacia mi actual) esperaba con los dolores propios de una nariz rota y dos grandes hematomas en lugar de ojos, junto a mis padres y mi novia, para declarar por unos inexistentes malos tratos y amenazas de muerte (cuando el amenazado había sido yo) hacia una persona de la que, hasta la misma Nochebuena en que aparecío su hermano, ya ni me acordaba. Enseguida dio comienzo mi declaración como imputado en la que, desde que entré, tuve la sensación de estar previamente condenado al comprobar que la jueza me realizaba sus preguntas sin mirarme a la cara, de un modo totalmente pasivo, indiferente, rutinario, con un aire de "responde lo que quieras que tengo tomada mi decisión desde que leí la denuncia hace tres horas".
Entre otras, estas fueron las preguntas más significativas:
- P: ¿Reconoce usted los hechos que se le imputan?
- R: Sé de qué se me acusa, pero no reconozco haberlo hecho.
- P: ¿Ha agredido usted alguna vez a la denunciante?
- R: No. Nunca he agredido ni a ella ni a nadie.
- P: ¿En una ocasión cogió fuertemente de los brazos a la denunciante en una discoteca?
- R: Nunca.
- P: ¿La ha insultado alguna vez?
- R: Nunca.
- P: En el hospital ¿le hizo gestos de cortarle el cuello?
- R: No, yo iba en silla de ruedas, con los ojos hinchados, las manos conteniéndome la hemorragia nasal y la cabeza caída por el aturdimiento de los golpes y no podía ver quién había, en cambió sí escuché cómo los que estaban allí se reían por mi estado.
- P: ¿Qué hizo usted cuando escuchó esas risas?
- R: Nada, mi madre puso la silla de ruedas de espaldas a ellos para que no me vieran y acto seguido ellos empezaron también a insultar a mi madre y a reirse de ella.
- P: ¿Cuándo le devolvió usted la llave?
- R: Tras muchas insistencias por su parte le dije que se la devolvería cuando la encontrara.
- P: ¿Dónde se la devolvió?
- R: En la calle del Mercadona, al lado del parque, no recuerdo cómo se llama esa calle.
- P: Cuéntenos cómo se la devolvió.
- R: Simplemente me acerqué por su lado y le puse la llave delante sin mediar palabra.
- P: ¿No la golpeó?
. R: No.
- P: ¿Y ella qué hizo?
- R: Sólo puso cara de sorpresa porque no se lo esperaba.
- P: ¿Por qué motivo piensa usted que ella lo ha denunciado?
- R: Es evidente, y ello se comprueba en el momento de la denuncia, un 25 de diciembre a la hora de comer, que lo hace motivada por la denuncia que yo le he interpuesto a su hermano y aparte me consta lo celosa que está porque yo estoy desde agosto con otra chica, habiéndonos visto y hablado mal de nosotros.
- P: ¿Cómo fue su relación con la denunciante?
- R: Lo primeros meses muy difíciles para los dos porque sus padres tardaron más de 6 meses en aceptarme y lo hicieron al ver que ya no tenían más remedio para no enfrentarse grávemente a su hija.
- P: ¿Cuándo acabaron la relación?
- R: A mediados de julio cuando me enteré a través de sus amigas de que se había ido a Málaga.
- P: ¿Qué contacto han mantenido después de la ruptura?
- R: Hemos intercambiado algunos e-mails.
- P: ¿Y a qué corresponden estos que su letrada aporta como prueba de que es usted el primero que quiso alejarse de ella?
- R: Algunos que mandé a ella y a otras personas.
- P: ¿La encerró usted una vez en la tienda donde trabajaba?
- R: No.
- P: ¿Es cierto que usted la insultaba frecuentemente?
- R: No.
09/05/2006 10:16
El Ministerio Fiscal también me hizo algunas preguntas:
- P: ¿Es cierto que usted le dio una bofetada el día que la encerró en la tienda donde trabajaba?
- R: No.
- P: ¿Es cierto que usted dijo al hermano de la denunciante que los iba a matar a él y a su hermana?
- R: Al contrario, fue él quien me dijo que ya me pillaría a solas para reventarme y matarme y ella quien me dijo literalmente en repetidas ocasiones "Que estás más loco que mi tío Paco, como toques a mi hermano te mato".

Y estas son algunas de las preguntas del letrado de la parte denunciante:
- P: ¿Quién dejó la relación? ¿Ella o usted?
- R: Obviamente ella cuando decidió marcharse a Málaga tras conocer a un chico por internet.
- P: ¿Entonces piensa usted que el principal motivo de todo esto es por defender a su hermano?
- R: Sí.
- P: ¿Está usted seguro de que no ha amenazado ni a ella ni a su hermano?
- R: Sí.
- P: Ella ha presentado una testigo que asegura que usted los ha amenazado.
- R: Pues no es cierto.

Las preguntas de mi letrada fueron:
- P: ¿Cuándo fue la última vez que habló cara a cara con la denunciante?
- R: Hace aproximadamente un mes.
- P: ¿Con qué motivo?
- R: Vino a mi tienda a reclamarme la titularidad de una tarjeta SIM que, a pesar de estar a mi nombre, ella quería quedarse porque la estuvo usando durante un tiempo.
- P: ¿Y qué le dijo cuando entró a la tienda?
- R: Pues me dijo de muy malos modos "lo arreglamos por las buenas o por las malas" actitud que no tiene ninguna lógica ya que, si se supone que yo la he agredido tanto anteriormente, y me tiene tanto miedo, cómo es que acude a la tienda a tratar un tema tan tonto y en esos términos.

Me dijeron que la declaración había terminado y que dentro de dos días debería personarme a por un resultado provisional de la previa comparecencia al efecto. Mi abogada comenzó desde aquel momento a hacer todo cuanto estaba en su mano, pero la jueza no admitió pruebas evidentes de que todos los hechos y declaraciones de ella, sus amigos y sus familiares, son un burdo montaje para perjudicar severamente a mi persona, y justificar la emboscada que su hermano me tendió en Nochebuena. A pesar de eso, salí de allí completamente convencido, reafirmado y con la conciencia muy tranquila respecto a los hechos que se me imputaban, lo cual no quita que estuviera igualmente convencido de que iba a ser una nueva víctima de una sentencia "políticamente correcta" originada por una anticonstitucional hembro-fascista Ley Integral de la Violencia de Género que númerosas jóvenes españolas están utilizando perversamente, no para defenderse de sus agresores, que lamentablemente seguro que los hay y muchos, si no para hundir a sus ex por despecho.
09/05/2006 10:15
Cuando pasé, mi abogada alegó al policía que no podía detenerme al no tener antecedentes ni existir denucia previa por malos tratos por parte de mi ex, haciéndole ver que todo se trata de una especie de venganza o desagravio hacia su hermano, ya que jamás me había denunciado y daba la casualidad de que me denunciaba ahora, justo unas horas después de mi denuncia hacia su hermano, un 25 de diciembre a la hora de comer. Después de que ambos se enzarzaran en un debate jurídico en el que yo me perdí, el policía accedió a dejarme libre tras decirme "esa niña, si quiere, te hunde la vida echándote de Linares" y mi abogada me informó de la posibilidad de no prestar declaración en comisaría para hacerlo directamente al día siguiente en el juzgado, lo cual preferí.
Cuando salí de comisaría me encontré en los escalones algunos amigos a los que tranquilicé diciéndoles que el calabozo ni lo había pisado, pero lo realmente esperpéntico del asunto que con el único testimonio de una chiquilla quisieran enchironarme hasta el juicio del día posterior.
A la mañana siguiente, desde que mi abogada consiguió una copia de la denuncia, hasta que empiezó la declaración, apenas tuvimos 10 minutos para preparar una defensa en condiciones, a parte de que allí me enteré de que el hermano también me había denunciado por agresión. El motivo principal de la denuncia era que mi ex temía por su vida tras, en Nochebuena, haberle dicho supuestamente a su hermano "Te voy a matar, despídete de tu hermana porque también la voy a matar" hecho para el cuál se presentaban como testigos mi propia ex, que estuvo cerca de la escena de Nochebuena no más de 5 segundos, y su amiga íntima, que ni se acercó. Es decir, que se supone que los tres me escucharon decir eso.
Difamado
Para añadir dramatismo a la denuncia, la denunciante se apoyaba, entre otras, en las siguientes rocambolescas felonías:
- Que normalmente la insultaba diciéndole "puta" y "guarra" incluso delante de las amigas.
- Que sobre febrero de 2003 la agredí por primera vez apretándola de los brazos, aunque no fue al médico.
- Que sobre mayo/junio de 2004 la encerré media hora en el almacén donde yo trabajaba y, cuando la saqué y me recriminó mi actuación, le di un guantazo [literal].
- Que tras el pasado "puente de Los Santos", cuando le devolví la llave de su habitación le di un puñetazo en la espalda y cuando se volvió me vio con los ojos desencajados.
- Que en urgencias, cuando ingresé ensangrentado y con la nariz rota, le guiñé un ojo y le hice la señal de cortarle el cuello, con su amiga íntima como testigo [cómo no].
- Que está en tratamiento psicológico porque me tiene mucho miedo pues soy capaz de hacer cualquier cosa.
- Otra amiga íntima suya declaró que yo le dije de mi ex que "era una puta que se follaba a todo el que pillaba y que se acostaba con un periodista de Málaga".
- Que mandé cartas difamatorias a la denunciante, a los padres, a una amiga y al periodista.
- Que le ofrecí dinero a un amigo mío para acceder a través de internet a su ordenador.
Es decir, la extravagante trama de una película en toda regla, pues no se pueden soltar más embustes en tan poquitos folios.
Había tenido la sangre fría de presentarse en Comisaría con todo ese veneno dentro, con su hermano y una amiga íntima como testigos (a su vez envenenados por ella) de que yo le había dicho a su hermano "Despídete de tu hermana porque la voy a matar" lo cuál es una flagrante mentira pero, con el código penal en la mano, es delito y mis testigos no servían para declarar que yo no dije eso porque, para un juez, el que ellos no me hayan oído decirlo no significa que no lo haya dicho, pero el que dos personas sí me oyeran decirlo, sí es prueba evidente de que lo dije. No le he puesto la mano encima en mi vida, no le he levantado la voz en mi vida, no le he dicho ni siquiera "tonta" durante los tres años de relación en los que he tenido que sufrir y tirar constantemente de sus inestabilidades anímicas y familiares, y eso es lo que me encontré como recompensa.
La ley integral contra la violéncia de género y sus consecuencias (i)
09/05/2006 01:13
Soy un vecino de la ciudad de Linares y debido a la lamentable situación actual que van a tener oportunidad de comprobar, e intentando en todo momento no extenderme demasiado, he decidido sacar la fuerza necesaria para publicar este resumen, ya que lo que al principio podía resultar el divertido juego de unos niños consentidos está llegando demasiado lejos y lo que hay por medio es la actual vida y el futuro de una persona. Mis allegados opinan que al tratarse todo de un montaje contra mi, en cualquier momento cometerán un error que desmontará toda la trama pero lo cierto es que errores ya han comentido varios (a la vista de siguiente texto están) siendo actualmente el problema que la justicia no ha querido verlos, cumpliéndose así en su máxima expresión el dicho de la "justicia ciega".
Como puede comprobarse, no daré nombre y apellidos de nadie en este escrito, ni de ella, ni de sus familiares, ni de sus cómplices, ya que no es mi intención acusar a nadie, sino denunciar públicamente las lamentables situaciones que está generando esta estúpida e inhumana Ley Integral de Violencia de Género que el manipulado sistema judicial español se empeña en aplicar a rajatabla en base únicamente a testimonios evidentemente malévolos y cargados de odio y cólera injustificables.
Abandonado
Después de tres años novio formal con una chica, esta conoció a por el chat a un periodista de Málaga y, tras dos semanas en las que cualquier tontería provocaba una discusión, o un berrinche, se plantó en Málaga sin decirme nada ni dejarme oficialmente, pensando que no me iba a enterar.
Al cabo del mes yo ya estaba con otra chica e intentando olvidar a mi ex por todos los medios mientras esta se dedicaba a insultarnos entre sus conocidos, dedicándome lindezas como "cabrón" y dudando del honor de mi nueva pareja con la que, los fines de semana, salía fuera de mi ciudad para no encontrarme con la otra. Incluso solicité a mi ex, por e-mail, su lista de asignaturas en la Universidad, ya que estábamos estudiando la misma Carrera y ahora yo prefería matricularme en asignaturas distintas, porque no quería ni verla.
A inicios de noviembre me pidió una llave de su habitación que yo aún tenía en mi poder y al cabo de unos días la busqué a la salida de clase y se la devolví, creyendo que esta sería la última vez que la tendría delante.
Agredido
En nochebuena me encontraba en una discoteca con mis amigos cuando, alrededor de las 6:00 y para mi sorpresa, tenía a mi espalda al hermano de mi ex pidiéndome insistentemente que saliese a la calle simplemente para hablar a lo cual accedí, no sin reservas, pues el trato que habíamos tenido a lo largo de mi relación con su hermana había sido nulo. Salimos a la calle, él con sus amigos y yo con los míos, pero allí me insitió en irnos sólos al aparcamiento porque quería comentarme algo importante y privado que nadie podía escuchar. Llegados al aparcamiento me pegó una paliza con la ayuda de sus amigos que acudieron raudos cuando vieron que intentaba quitármelo de encima, y tuve que abandonar el recinto con fractura de los huesos propios del tabique nasal y una fuerte hemorragia, momento en el que apareció su hermana gritándome en repetidas veces "Que estás más loco que mi tío Paco, como toques a mi hermano te mato" mientras su hermano y un amigo me insistían en repetidas ocasiones que ya me encontrarían a solas sin tanta gente para reventarme y matarme. Acudí a urgencias donde casualmente estaban ella con unas amigas y él con sus amigos, soltando todos unas risotadas cuando me vieron aparecer ensangrentado en silla de ruedas por no ser capaz ni de tenerme en pie. Me atendieron los médicos y sobre las 8:00 fui a Comisaría a interponer la correspondiente denuncia contra el hermano de mi ex.
Denunciado
Aquella misma tarde me telefonearon desde Comisaría para comunicarme que debía presentarme allí al día siguiente, con o sin letrado, respecto a una denuncia que me habían puesto a mi, pero sorprendentemente me comunicaron que la denuncia es por malos tratos físicos y psicológicos durante los tres años de relación, proviniente de mi excompañera.
Me puse en contacto con mi abogada y a la mañana siguiente fuimos a Comisaría a declarar. Nada más entrar, vi que estaban en la sala de espera mi ex, sus padres y una amiga de ella. Se me acercó un policía, que reconocí por la voz como el que me telefoneó la tarde anterior, diciéndome "Usted se va a quedar aquí detenido" tras lo cual se escucharon nuevas risas desde el interior de la sala de espera.