Pareja divorciada, con un menor de 15 años en custodia compartida y una vivienda en gananciales comprada durante el matrimonio. Una de las partes quiere "quitarse" la casa. Le ofrece a la otra parte comprarle su parte, se niega. Le ofrece vender su parte, también se niega. El uso de la casa es prácticamente nulo, ya que en el tiempo que está con la menor, cada parte hace vida en otra vivienda, quedando sólo para fiestas y folleteos por un lado, y almacén por el otro. Habría alguna forma, saliendo de lo normal de ir a juzgado, pedir disolución de bienes y tal, para que que la casa se pusiera a la venta casi de forma automática?? Meter a vivir a la pareja de alguna de las partes se me ocurre, o que se metan unos okupas, no sé, qué decís??
Si vive otra persona sin autorización de ambos sigues con el mismo problema, y quizá otro añadido. ¿Dónde está el problema en la disolución de gananciales, y la división de la cosa común? ¿Qué sentido tiene seguir teniendo gananciales estando separado?
Comparado con el precio de tener una vivienda cerrada y recuperar la mitad del valor no me parece ningún gasto tan desproporcionado, aunque si es el único bien ganancial costaría muchísimo menos, no habría ni que llegar a juicio a poco que tenga a alguien que le asesore mínimamente.