El viernes pasado murió Julio de muerte natural mientras dormía en casa de su madre. Estaba tramitando su divorcio y lo estaba pasando muy mal. Atendía en una farmacia y era un hombre encantador, muy amable y siempre con la sonrisa en los labios. Los que le conocimos, hemos sentido mucho su muerte.
Lo siento, de verdad, y espero que tuviese el apoyo que necesitaba. Me duele que muriese cuando pasaba un mal momento, y que no pudiese morir en su casa.