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Los gozos y las sombras
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Los gozos y las sombras
Decía el santo Buda que la causa de todos los problemas en la humanidad era la ignorancia, después de un tiempo relativamente reciente en el que las misas se celebraban en latín y de espaldas a los feligreses, las luces llegaron a la teología para alumbrarnos que todas aquellas palabras en latín lejos de ser un mundo vedado y hermético eran un mensaje de salvación, personal si se quiere, bastante sencillo de entender pero que para provecho de algunos durante siglos constituyó el alimento de sus gruesos estómagos.
Idéntico problema padece ahora la justicia, lejos de utilizar un lenguaje claro se empeña en oscurecerse a sí misma y en seguir la misma liturgia que aquellos curas de pueblo de la España "tenebrarum" y otros esperpentos de Goya.
Así por ejemplo puedo leer en un foro cercano la siguiente afirmación, la supongo más cercana a la broma que a la seriedad pero resulta un exponente bastante claro de la realidad que viven los que acuden a la administración de justicia:
"Justo, cuando digo que "el desconomiento del Derecho del sistema jurídico os impide entender", no es una forma de faltaros ni nada similar, sino de haceros entender, que cuando se ha estudiado una determinada cosa, se comprende la razón, pero cuando no se ha estudiado, se pueden tener impresiones falsas. Es como si hablo de medicina con alquien y le digo que no entiendo como una determinada medicina cura una determinada enfermedad, y esa persona que has estudiado medicina me dice que al no haber estudiado el fundamento de la enfermedad o de la medicina, me impide entender la razón, es simple y llanamente eso".
Estas afirmaciones que se realizan sin parpadear y las supongo en tono de soberana chanza porque de otra manera no las concibo a no ser que se acabe de salir de un grabado de Goya, ignoran por ejemplo la declaración de la Organización Mundial de la Salud por la que se sientan de manera clara los derechos de cualquier enfermo, entre otros a estar informado clara y escrupulosamente de todo el proceso que atañe a su enfermedad, asi como de los mecanismos de su patología y fármacos que le interesen.
Lamentablemente la medicina no escapa a esta nueva época de tinieblas, asi con más descaro que acierto cada tanto se produce un accidente en algun quirófano, bien porque ese día llegó el cirujano con resaca, bien porque al estornudar con el bisturí en la mano cercenó la aorta o bien porque al ligar con la enfermera se dejó olvidado el zapato en el pulmón, el cirujano sale de la sala de operaciones dejando atrás un cadaver y comunica con aire de solemnidad a los familiares el deceso "Ha muerto de un proceso ideopático".
Muchas, muchas veces hemos oido en las reuniones personas que perdieron familiares en procesos extraños de los que solo se contaban uno entre un millón, cuando concluye la ingenua candidez del narrador que se trataba de un "Proceso Ideopático" ¿quien le cuenta en realidad de lo que murió su ser querido?.
Idéntico problema padece ahora la justicia, lejos de utilizar un lenguaje claro se empeña en oscurecerse a sí misma y en seguir la misma liturgia que aquellos curas de pueblo de la España "tenebrarum" y otros esperpentos de Goya.
Así por ejemplo puedo leer en un foro cercano la siguiente afirmación, la supongo más cercana a la broma que a la seriedad pero resulta un exponente bastante claro de la realidad que viven los que acuden a la administración de justicia:
"Justo, cuando digo que "el desconomiento del Derecho del sistema jurídico os impide entender", no es una forma de faltaros ni nada similar, sino de haceros entender, que cuando se ha estudiado una determinada cosa, se comprende la razón, pero cuando no se ha estudiado, se pueden tener impresiones falsas. Es como si hablo de medicina con alquien y le digo que no entiendo como una determinada medicina cura una determinada enfermedad, y esa persona que has estudiado medicina me dice que al no haber estudiado el fundamento de la enfermedad o de la medicina, me impide entender la razón, es simple y llanamente eso".
Estas afirmaciones que se realizan sin parpadear y las supongo en tono de soberana chanza porque de otra manera no las concibo a no ser que se acabe de salir de un grabado de Goya, ignoran por ejemplo la declaración de la Organización Mundial de la Salud por la que se sientan de manera clara los derechos de cualquier enfermo, entre otros a estar informado clara y escrupulosamente de todo el proceso que atañe a su enfermedad, asi como de los mecanismos de su patología y fármacos que le interesen.
Lamentablemente la medicina no escapa a esta nueva época de tinieblas, asi con más descaro que acierto cada tanto se produce un accidente en algun quirófano, bien porque ese día llegó el cirujano con resaca, bien porque al estornudar con el bisturí en la mano cercenó la aorta o bien porque al ligar con la enfermera se dejó olvidado el zapato en el pulmón, el cirujano sale de la sala de operaciones dejando atrás un cadaver y comunica con aire de solemnidad a los familiares el deceso "Ha muerto de un proceso ideopático".
Muchas, muchas veces hemos oido en las reuniones personas que perdieron familiares en procesos extraños de los que solo se contaban uno entre un millón, cuando concluye la ingenua candidez del narrador que se trataba de un "Proceso Ideopático" ¿quien le cuenta en realidad de lo que murió su ser querido?.
II
Aquello que no se puede explicar no existe evidentemente, de esa manera el médico que no sepa explicarnos la causa y proceso de nuestra patología solo esta revelando su propia ignorancia, la medicina tiene mucho de filosofía, no es solo el arte de recetar o prescribir antibióticos o drogas, todas las materias médicas estan aparejadas a otros tantos escritos de filosofía médica.
La justicia tiene tambien sus "procesos ideopáticos"
y la abogacía un sentido corporativo moralmente más que cuestionable, rara vez se mantiene al justiciable informado y rara vez el proceso resulta transparente y entendible, no por incapacidad de que el "ser de las cosas" sea de otra manera sino de un especial empeño en que todo siga existiendo en las sombras.
Parece que algunos estan nostálgicos de la India de las castas, de un dios Brahman que alumbra castas sociales, los jueces proceden de la cabeza del dios, los secretarios judiciales de los brazos, los fiscales del pecho, los abogados del hígado y el justiciable, intocable o casta inferior de los pies.
Y todo termina por resultar una maquinaria lenta y oxidada que sostiene el propio contribuyente; comprar una casa es un dolor de cabeza, es como si soportáramos en nuestras espaldas toda una serie de personajes extrañísimos y ajenos al hogar, desde el director del banco, el agente comercial, el notario, el registrador de la propiedad, etc. Y todos cobrando unas minutas de vértigo.
En otras sociedades por ejemplo la fe pública notarial funciona perfectamente y cualquier acto apenas cuesta diez euros, el mismo acto que a nosotros nos puede costar doscientas veces más.
Sospecho que algunos estan en los gozos de esas sombras, son las lagunas del sistema.
La abogacía es la gran pendiente de reforma de nuestro actual sistema, el ejercicio de la abogacía, de tal manera que actualmente por ejemplo si llamo a un fontanero para que me instale un grifo nuevo en la cocina por ejemplo y el fontanero en cuestión me resulta inutil e incapaz y pretende realizar la obra más disparatada y costosa para dejarme finalmente un cubo de agua colgando sobre la puerta de la cocina con una cuerda al que el llama "sistema irrigador de conducción gravitacional" pues hasta donde todos sabemos le va a pagar su tía, porque yo no pienso hacerlo.
No ocurre así con el abogado, en el mismo saco concurren los listos, los mediocres, y los tontos, y todos cobran lo mismo. A mi puede preocuparme especialmente desde los últimos informes de la Sociedad de Niños Sobredotados en el que se asegura que un "border line", que es aquel que esta entre la frontera del oligofrénico y el normal, puede perfectamente licenciarse en muchas de las carreras incluso derecho.
El abogado que comete la picia del siglo cobra al final la minuta, aquel que por dejadez no redactó la demanda dedicándole el esfuerzo que debiera cobra de igual forma la minuta. Algo necesita cambiar la sociedad, algo más que palabras.
Los abogados se quejan de los jueces, los jueces se quejan de los abogados, especialmente los de la Audiencia alegando escandalizados cómo algunos profesionales de la abogacía cobran minutas de escándalo por no saber hacer la "o" con un canuto, y lamentando en el alma no dar la razón a quien la demanda porque el abogado no le dejó otro cauce.
Todos, todos nos quejamos, mantenemos el círculo vicioso y ponemos palabras donde deberíamos poner el hombro. Es como si la teta enorme del Estado fuera inagotable y pudiera sostener todos esos desatinos, olvidando lamentablemente el concepto de Estado y que lo formamos todos y mezclándolo con la política.
Como dijo Confucio "Si comes, vives y alimentas injusticia no esperes algun dia cosechar algo distinto".
Aquello que no se puede explicar no existe evidentemente, de esa manera el médico que no sepa explicarnos la causa y proceso de nuestra patología solo esta revelando su propia ignorancia, la medicina tiene mucho de filosofía, no es solo el arte de recetar o prescribir antibióticos o drogas, todas las materias médicas estan aparejadas a otros tantos escritos de filosofía médica.
La justicia tiene tambien sus "procesos ideopáticos"
y la abogacía un sentido corporativo moralmente más que cuestionable, rara vez se mantiene al justiciable informado y rara vez el proceso resulta transparente y entendible, no por incapacidad de que el "ser de las cosas" sea de otra manera sino de un especial empeño en que todo siga existiendo en las sombras.
Parece que algunos estan nostálgicos de la India de las castas, de un dios Brahman que alumbra castas sociales, los jueces proceden de la cabeza del dios, los secretarios judiciales de los brazos, los fiscales del pecho, los abogados del hígado y el justiciable, intocable o casta inferior de los pies.
Y todo termina por resultar una maquinaria lenta y oxidada que sostiene el propio contribuyente; comprar una casa es un dolor de cabeza, es como si soportáramos en nuestras espaldas toda una serie de personajes extrañísimos y ajenos al hogar, desde el director del banco, el agente comercial, el notario, el registrador de la propiedad, etc. Y todos cobrando unas minutas de vértigo.
En otras sociedades por ejemplo la fe pública notarial funciona perfectamente y cualquier acto apenas cuesta diez euros, el mismo acto que a nosotros nos puede costar doscientas veces más.
Sospecho que algunos estan en los gozos de esas sombras, son las lagunas del sistema.
La abogacía es la gran pendiente de reforma de nuestro actual sistema, el ejercicio de la abogacía, de tal manera que actualmente por ejemplo si llamo a un fontanero para que me instale un grifo nuevo en la cocina por ejemplo y el fontanero en cuestión me resulta inutil e incapaz y pretende realizar la obra más disparatada y costosa para dejarme finalmente un cubo de agua colgando sobre la puerta de la cocina con una cuerda al que el llama "sistema irrigador de conducción gravitacional" pues hasta donde todos sabemos le va a pagar su tía, porque yo no pienso hacerlo.
No ocurre así con el abogado, en el mismo saco concurren los listos, los mediocres, y los tontos, y todos cobran lo mismo. A mi puede preocuparme especialmente desde los últimos informes de la Sociedad de Niños Sobredotados en el que se asegura que un "border line", que es aquel que esta entre la frontera del oligofrénico y el normal, puede perfectamente licenciarse en muchas de las carreras incluso derecho.
El abogado que comete la picia del siglo cobra al final la minuta, aquel que por dejadez no redactó la demanda dedicándole el esfuerzo que debiera cobra de igual forma la minuta. Algo necesita cambiar la sociedad, algo más que palabras.
Los abogados se quejan de los jueces, los jueces se quejan de los abogados, especialmente los de la Audiencia alegando escandalizados cómo algunos profesionales de la abogacía cobran minutas de escándalo por no saber hacer la "o" con un canuto, y lamentando en el alma no dar la razón a quien la demanda porque el abogado no le dejó otro cauce.
Todos, todos nos quejamos, mantenemos el círculo vicioso y ponemos palabras donde deberíamos poner el hombro. Es como si la teta enorme del Estado fuera inagotable y pudiera sostener todos esos desatinos, olvidando lamentablemente el concepto de Estado y que lo formamos todos y mezclándolo con la política.
Como dijo Confucio "Si comes, vives y alimentas injusticia no esperes algun dia cosechar algo distinto".
Total pero no fanáticamente de acuerdo contigo Barba Roja, los fanatismos son nefandos y la ignorancia más.
Revisemos las reclamaciones ante las asociaciones de consumidores presentadas por los mismos contra el poder judicial, creo que ninguna. Y somos, al fin y al cabo consumidores y usuarios del sistema judicial, pero claro, el poder de los jueces en nuestro país emana de Dios y no del pueblo.
Y dicen que estamos en una sociedad de libre mercado, prohibido el monopolio. Vaya usted a contarles esto a los notarios, jueces, procuradores, abogados y demás especies de la fauna judicial que, aparte de doblarse de risa, igual le cantan esa de sa, sa, sa, yacusí, yacusá, abogado que más aplauda, abogado que más aplauda, le saco, le saco, le saco, le saco a la niña. Los precios son estándar. Por la misma regla de tres podrían crearse asociones de albañiles, electricistas, carpinteros, o fontaneros, entre otros muchos y salirmos a 500 euros el cambio de una bombilla. Claro está que ésta bombilla emitirá una radiación electromágnetica dentro del espectro visible, pero la luz que emiten los jueces es de orígen divino, no lo olvidemos. El juez y el Papa son infalibles.
Por mi parte, a mi tierna edad de 44 años formo parte de esos niños desplazados, forzados a la emigración por el poder judicial y el poder político de nuestros días, no quedaba otra, los más básicos derechos se los pasan por el forro de sus divinas togas. Y si allá teneís problemas, no veas los problemas que se nos originan a los 2 millones de españoles que estamos desperdigados por todo el mundo, número muy útil éste a efectos electorales, en el resto meros desertores de la patria.
Ya ni siquiera hago ejercicio de mi derecho a estar indignado, los niños sólo nos mosqueamos, porque sabemos cúan injusto es para nuestras funciones hepáticas el cabreo. Ya me lo dijo Don Fernando ex-hortelano de mi tierra, venerable anciano de mente y pensamientos rurales y, por tanto preclara, hijo, si emigras porque aquí te dan por detrás, ten en cuenta que en todos los sitios te van a dar, más por el conocimiento que me ha dado mi senectud, te aconsejo que vayas a Asia, pues es de conocimiento general que los asiáticos tienen una inserción peneal profunda y por tanto, infiero, que el dolor será menor.
Por lo demás, España va bien, tan sólo recordar que por culpa de la Justicia Española hay muchos españolitos, dentro y fuera, privados a su derecho a la libertad sexual, pues dicha justicia nos obliga a mantener relaciones, ellos mismos lo denominan así, contra-natura. Y que conste que con quien se acueste el vecino me trae sin cuidado, a menos que lo haga con su cabra, lo cual es denunciable ante la Sociedad Protectora de Animales, ya lo intente, pero me dijeron, por mucho que insistí, que no aceptan reclamos de padres separados.
SALUDOS PEPE.
Revisemos las reclamaciones ante las asociaciones de consumidores presentadas por los mismos contra el poder judicial, creo que ninguna. Y somos, al fin y al cabo consumidores y usuarios del sistema judicial, pero claro, el poder de los jueces en nuestro país emana de Dios y no del pueblo.
Y dicen que estamos en una sociedad de libre mercado, prohibido el monopolio. Vaya usted a contarles esto a los notarios, jueces, procuradores, abogados y demás especies de la fauna judicial que, aparte de doblarse de risa, igual le cantan esa de sa, sa, sa, yacusí, yacusá, abogado que más aplauda, abogado que más aplauda, le saco, le saco, le saco, le saco a la niña. Los precios son estándar. Por la misma regla de tres podrían crearse asociones de albañiles, electricistas, carpinteros, o fontaneros, entre otros muchos y salirmos a 500 euros el cambio de una bombilla. Claro está que ésta bombilla emitirá una radiación electromágnetica dentro del espectro visible, pero la luz que emiten los jueces es de orígen divino, no lo olvidemos. El juez y el Papa son infalibles.
Por mi parte, a mi tierna edad de 44 años formo parte de esos niños desplazados, forzados a la emigración por el poder judicial y el poder político de nuestros días, no quedaba otra, los más básicos derechos se los pasan por el forro de sus divinas togas. Y si allá teneís problemas, no veas los problemas que se nos originan a los 2 millones de españoles que estamos desperdigados por todo el mundo, número muy útil éste a efectos electorales, en el resto meros desertores de la patria.
Ya ni siquiera hago ejercicio de mi derecho a estar indignado, los niños sólo nos mosqueamos, porque sabemos cúan injusto es para nuestras funciones hepáticas el cabreo. Ya me lo dijo Don Fernando ex-hortelano de mi tierra, venerable anciano de mente y pensamientos rurales y, por tanto preclara, hijo, si emigras porque aquí te dan por detrás, ten en cuenta que en todos los sitios te van a dar, más por el conocimiento que me ha dado mi senectud, te aconsejo que vayas a Asia, pues es de conocimiento general que los asiáticos tienen una inserción peneal profunda y por tanto, infiero, que el dolor será menor.
Por lo demás, España va bien, tan sólo recordar que por culpa de la Justicia Española hay muchos españolitos, dentro y fuera, privados a su derecho a la libertad sexual, pues dicha justicia nos obliga a mantener relaciones, ellos mismos lo denominan así, contra-natura. Y que conste que con quien se acueste el vecino me trae sin cuidado, a menos que lo haga con su cabra, lo cual es denunciable ante la Sociedad Protectora de Animales, ya lo intente, pero me dijeron, por mucho que insistí, que no aceptan reclamos de padres separados.
SALUDOS PEPE.
Pues todas las opiniones son bien recibidas, especialmente para los que no son Hebreos ni cuentan con el muro de las lamentaciones, al menos que nos quede el derecho al pataleo.
Como decía aquel, el onanismo está muy bien pero amancebado se conoce gente, el emigrante al menos viaja y conoce mundo, todo tiene su gracia, es cosa de saberla encontrar. Ahora los gustos ajenos por las colecciones de miembros lamento no compartirlos, no soy tan chismoso.
Arroparse la toga tiene sus ventajas y sus inconvenientes, es casi como la falda escocesa, quedan las verguenzas al aire.
Gracias por su participación como siempre, y al menos, no haber copiado el manual de turno, intentamos cultivar parte de eso que se ha venido en llamar "personalidad" mientras intentamos mejorar las instituciones.
Como decía aquel, el onanismo está muy bien pero amancebado se conoce gente, el emigrante al menos viaja y conoce mundo, todo tiene su gracia, es cosa de saberla encontrar. Ahora los gustos ajenos por las colecciones de miembros lamento no compartirlos, no soy tan chismoso.
Arroparse la toga tiene sus ventajas y sus inconvenientes, es casi como la falda escocesa, quedan las verguenzas al aire.
Gracias por su participación como siempre, y al menos, no haber copiado el manual de turno, intentamos cultivar parte de eso que se ha venido en llamar "personalidad" mientras intentamos mejorar las instituciones.
