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me ha denunciado por acoso psicológico por acudir con una cámara de video a la entrega de los menores.
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- Tema: Me ha denunciado por acoso psicológico por acudir con una cámara de video a la entrega de los menores.
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Cuando las cosas pintan en bastos, es la mejor alternativa, ni tu tienes la necesidad de verla a ella, ni ella a ti. Además, ante cualquier falta y/o retraso, no tienes necesidad de demostrar nada, que para eso esta el personal, para emitir informe al juzgado. Así se acaban las discusiones, y se acaban los malos entendidos, al menos, directos. Las dudas y quejas las transmites al personal, y que sean ellos quienes las resuelvan.
Que eso no es bueno para el menor, ya lo sabemos, pero la venda del resentimiento es tan gruesa que algunas personas las impide de ver por los ojos de sus hijos.
Que eso no es bueno para el menor, ya lo sabemos, pero la venda del resentimiento es tan gruesa que algunas personas las impide de ver por los ojos de sus hijos.
perdona majo en mi caso yo le denuncie por maltrato y se sobreseyo por falta de pruebas y no era falsa la denuncia de echo e recurrido la sentencia por yo no miento y me parece fatal que digas que eso significa que son falsas pero dicho a lo fino y siento lo que te pasa pero por culpa de mujeres asi las que de verdad necesitamos justicia no la tenemos
yo lleve un parte medico y dos testigos que podria aber llevado 30 testigos compañeros de trabajo que an vivdo muchas cosas al lado mmia pero lo sobreseyeron y ahora estoy recuriendo la sentencia, AAHH ingri en eso que dices te equivocas a mi no se me nota me lo nota mi actual pareja que es el que me ve llorar dia si dia tambien pero la gente de fuera no lo nota maja
Adsec, incluye a las mujeres que pasan de sus hijos.
En este foro ya ha habido más de una que ha dicho que está deseando que su ex pida la custodia, y te puedo asegurar que las mujeres de aquí, en lugar de criticarla como criticarían a un hombre, la han ensalzado por la jartura de sus niños que tiene.
Como bien ha dicho alguna en otro hilo, los niños crecen pronto y lo único bueno es la pasta, palabras casi textuales.
En este foro ya ha habido más de una que ha dicho que está deseando que su ex pida la custodia, y te puedo asegurar que las mujeres de aquí, en lugar de criticarla como criticarían a un hombre, la han ensalzado por la jartura de sus niños que tiene.
Como bien ha dicho alguna en otro hilo, los niños crecen pronto y lo único bueno es la pasta, palabras casi textuales.
Rakhsun: sí, hay más casos de los que dije, sólo era un ejemplo de las graves consecuencias de la generalización. Si, en el caso del maltrato, no existiese una sola denuncia falsa, estoy convencido de que las que se pusieran se estudiarían con más cuidado (de cajón, habría más recursos que destinarles), se podrían adoptar medidas más eficaces, y habría menos muertes.
Y así con todo. Pagan justos por pecadores cada vez que se generaliza con éstos, dejando de lado a aquéllos.
Y con respecto a lo de la pasta, sin entrar en cuestiones morales (que, por cierto, poca falta hace), resulta un error tan evidente que hay que estar muy ciego para no darse cuenta: el dinero carece de valor intrínseco; su valor no es otra cosa que la felicidad y bienestar que aporta, es decir, es un valor indirecto. Sin embargo, los tres años de un hijo tienen un valor intrínseco y con fecha de caducidad. O se disfrutan en el momento, o se evaporan para siempre. Crecer con él; enseñarle y ver con qué ingenio aplica tus enseñanzas; reírte con él con humor infantil y abrazarlo cuando sufre por estar enfermo o cualquier otra cosa; compartir sus primeras experiencias como si fueran tuyas; darle las pautas de comportamiento que le servirán de guía durante toda su vida y sentir como las absorbe y las hace propias; rejuvenecer y sentirte niño de nuevo, escapando a ratos de los rigores de la vida adulta... Tantas cosas. Y, cuando cumple cuatro años, ya nunca jamás volverá a tener tres.
El dinero que no tienes hoy lo puedes tener mañana. Ese viaje a la India que tanto te apetece... otro día lo harás. Todo lo que compra el dinero, y el dinero en sí mismo, es mercancía reemplazable. Vale igual. Igual de poco. Pero la vida de un hijo es irreemplazable.
Quien no vea ésto, no sabe lo que es vivir.
Y así con todo. Pagan justos por pecadores cada vez que se generaliza con éstos, dejando de lado a aquéllos.
Y con respecto a lo de la pasta, sin entrar en cuestiones morales (que, por cierto, poca falta hace), resulta un error tan evidente que hay que estar muy ciego para no darse cuenta: el dinero carece de valor intrínseco; su valor no es otra cosa que la felicidad y bienestar que aporta, es decir, es un valor indirecto. Sin embargo, los tres años de un hijo tienen un valor intrínseco y con fecha de caducidad. O se disfrutan en el momento, o se evaporan para siempre. Crecer con él; enseñarle y ver con qué ingenio aplica tus enseñanzas; reírte con él con humor infantil y abrazarlo cuando sufre por estar enfermo o cualquier otra cosa; compartir sus primeras experiencias como si fueran tuyas; darle las pautas de comportamiento que le servirán de guía durante toda su vida y sentir como las absorbe y las hace propias; rejuvenecer y sentirte niño de nuevo, escapando a ratos de los rigores de la vida adulta... Tantas cosas. Y, cuando cumple cuatro años, ya nunca jamás volverá a tener tres.
El dinero que no tienes hoy lo puedes tener mañana. Ese viaje a la India que tanto te apetece... otro día lo harás. Todo lo que compra el dinero, y el dinero en sí mismo, es mercancía reemplazable. Vale igual. Igual de poco. Pero la vida de un hijo es irreemplazable.
Quien no vea ésto, no sabe lo que es vivir.
