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Un caso triste pero verídico
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Un caso triste pero verídico
Voy a intentar exponer un problema de pareja que se da en la vida real y que se observa, por tanto, en estos foros.
Supongamos el caso de una pareja que ya convivan juntos por la razón que sea o que decidan hacerlo a partir de un determinado momento. Y que no lo decidieran con la idea prefijada de terminar la relación después de un tiempo determinado, como es lo normal.
Supongamos que la chica compra un piso, como es el caso, y lo escritura a nombre de los dos,
o bien que los dos compran el piso, pues viene a ser lo mismo. Pero en ambos casos es sólo la chica la que paga el piso o los pagos mensuales de la hipoteca del mismo porque el otro le hubiera prometido que le pagaría cuando tuviera dinero, o porque al no tener dinero para hacerlo, la chica quisiera que el otro se sientiera en el piso como en su propia casa, con el fin de que la relación fuese lo más equitativa posible.
Pero después ocurre que, por ejemplo, el chico encuentra un trabajo muy bien remunerado
poco tiempo después, se guarda el dinero en su cuenta en lugar de contribuir a los gastos
comunes, lo ahorra mientras la otra lo sigue manteniendo y pagandolo todo (incluída la vivienda), y al cabo de unos cuantos años se compra otro piso con ese dinero, lo escritura a su nombre exclusivamente, se instala en él, rompe su relación con la chica inesperadamente y la intenta dejar en la calle al reclamarle judicialmente la mitad del piso en el que vivían, o su venta en subasta, una vez que la vivienda se había revalorizado en tres o cuatro veces. Sin haber pagado nada, apoyándose en la circunstancia dudosa e indemostrable de haber convivido en un régimen de Comunidad de Bienes y en la de figurar en la escritura. Cosa que la chica había hecho porque él no tenía dinero y era su pareja entonces. Algo parecido a si le hubiera hecho un regalo, si se quiere, pero en base a las circunstancias que existían en el momento de hacerlo.
Desde un punto de vista moral creo que estaría muy mal visto, pero ¿Cómo se podría tratar desde
un punto de vista legal? ¿Qué podría ocurrir en un juicio?
Supongamos el caso de una pareja que ya convivan juntos por la razón que sea o que decidan hacerlo a partir de un determinado momento. Y que no lo decidieran con la idea prefijada de terminar la relación después de un tiempo determinado, como es lo normal.
Supongamos que la chica compra un piso, como es el caso, y lo escritura a nombre de los dos,
o bien que los dos compran el piso, pues viene a ser lo mismo. Pero en ambos casos es sólo la chica la que paga el piso o los pagos mensuales de la hipoteca del mismo porque el otro le hubiera prometido que le pagaría cuando tuviera dinero, o porque al no tener dinero para hacerlo, la chica quisiera que el otro se sientiera en el piso como en su propia casa, con el fin de que la relación fuese lo más equitativa posible.
Pero después ocurre que, por ejemplo, el chico encuentra un trabajo muy bien remunerado
poco tiempo después, se guarda el dinero en su cuenta en lugar de contribuir a los gastos
comunes, lo ahorra mientras la otra lo sigue manteniendo y pagandolo todo (incluída la vivienda), y al cabo de unos cuantos años se compra otro piso con ese dinero, lo escritura a su nombre exclusivamente, se instala en él, rompe su relación con la chica inesperadamente y la intenta dejar en la calle al reclamarle judicialmente la mitad del piso en el que vivían, o su venta en subasta, una vez que la vivienda se había revalorizado en tres o cuatro veces. Sin haber pagado nada, apoyándose en la circunstancia dudosa e indemostrable de haber convivido en un régimen de Comunidad de Bienes y en la de figurar en la escritura. Cosa que la chica había hecho porque él no tenía dinero y era su pareja entonces. Algo parecido a si le hubiera hecho un regalo, si se quiere, pero en base a las circunstancias que existían en el momento de hacerlo.
Desde un punto de vista moral creo que estaría muy mal visto, pero ¿Cómo se podría tratar desde
un punto de vista legal? ¿Qué podría ocurrir en un juicio?
Debe intentar recabar toda la documentación que demuestre que fue ella única y exclusivamente quien hizo frente a todos los gastos de la vivienda, (pagos a la constructora, gastos escrituras, hipoteca, altas luz, agua.... reformas en casa...), la libreta donde se reflejen los cargos y donde estén las entradas del dinero...
Legalmente, el piso es el 50% de cada uno...
Que busque la ayuda inmediata de un profesional y éste le dirá que posibilidades tiene...
Del planteamiento y la defensa de esta persona dependerá el resultado; uno puede tener la razón pero trasladarla a la realidad jurídica, en ocasiones, es una lotería.
Suerte.
Legalmente, el piso es el 50% de cada uno...
Que busque la ayuda inmediata de un profesional y éste le dirá que posibilidades tiene...
Del planteamiento y la defensa de esta persona dependerá el resultado; uno puede tener la razón pero trasladarla a la realidad jurídica, en ocasiones, es una lotería.
Suerte.
Contrata un abogado inmediatamente. Vale la pena.
Como dice Zoraida, "es una lotería".
... Pero si contratas un buen abogado compras muchos números para que te toque el premio.
No te preocupes sobre qué está bien o mal visto. Tu abogado no está para juzgarte, sino para defender tocando todas las teclas legales para conseguir el resultado que quieres.
herencias@tob-eur-opa.com
herencias@tob-eur-opa.com
Como dice Zoraida, "es una lotería".
... Pero si contratas un buen abogado compras muchos números para que te toque el premio.
No te preocupes sobre qué está bien o mal visto. Tu abogado no está para juzgarte, sino para defender tocando todas las teclas legales para conseguir el resultado que quieres.
herencias@tob-eur-opa.com
herencias@tob-eur-opa.com
Muchas gracias, Zoraida y herencias@tob.
El tema va para largo pues lo que he dicho hasta hora fue sólo la exposición. Efectivamente fuí a hablar con una abogada a quien encomendé la dura tarea de ayudarme. No se si lo haría bien o mal, pues la cosa tampoco parece fácil.
En primer lugar me dijo que había varios frentes. Uno era la Comunidad de Bienes como consecuencia de una convivencia, alegada por el demandante y que se podía caer por su propio peso, pues éste sólo se había aprovechado de esa Comunidad sin aportar nada a la misma, ya que entre otras cosas había adquirido otra propiedad para él sólo mientras convivía conmigo en dicha presunta Comunidad de Bienes. El otro frente era la dificultad, o imposibilidad, de intentar demostrar que yo pudiera tener también derechos a la propiedad que el compró durante la convivencia, pues ésto asimilaría el caso a un régimen de gananciales, cosa que el Tribunal Supremo no se cansa de repetir que no es de aplicación en las parejas de hecho, por lo que podría ser una vía muerta. Otro frente podría ser demostrar la mala fe del demandante, pues es obvio que la hubo y se podría constatar por los hechos, su cronología y los documentos aportados por cada parte. Y por último, siempre quedaba el recurso al art 393.2 del CC y/o la doctrina del "Enriquecimiento sin causa."
Mi abogada presentó todas las pruebas fehacientes y recibos bancarios de que todos los pagos de hipoteca, comunidad, impuestos, seguros, agua, luz, teléfono, etc, etc. del piso, se habían cargado en mi cuenta personal y sin que figurase ni uno sólo de estos cargos en la cuenta de él. Es decir, él no podía demostrar que hubiera pagado nada de ésto simplemente porque no lo había hecho, y por lo tanto era imposible que pudiera tener ninguna prueba al respecto.
No obstante, el demandante presentó un contrato de trabajo para justificar unos ingresos que explicaran el dinero que había en su cuenta y que usó para comprar el otro piso que puso a su nombre, por una parte. Y por otra, para hacer ver que tenía ingresos como para poder haber pagado la mitad de la hipoteca del piso en común. Así mismo manifestaba haber realizado todos los trabajos domésticos en el piso mientras yo trabajaba. Cosa que no era cierta en absoluto pues era yo quien hacía la mayor parte de esas faenas, antes, después de mi trabajo o en los días libres que éste me permitía. Aparte de que resultaba contradictorio si aseguraba que trabajaba fuera, y tanto como para poderse comprar otro piso por su propia cuenta.
Sin embargo, el contrato de trabajo que presentó era falso y con fecha dos años posterior a los ingresos millonarios que figuraban en su cuenta corriente. Yo no podría demostrar que ese contrato fuese falso aunque lo supiera, pero se trataba de una simple hoja de papel que cualquiera hubiera podido confeccionar en su propio ordenador y que carecía de cualquier valor documental.
A todo ésto, mi abogada me dijo que no importaba el dinero que él pudiera tener en su cuenta sino el hecho de que hubiera pagado, o no, la mitad de la hipoteca del piso. Pues entre otras cosas, en su cuenta sólo aparecian algunas disposiciones de dinero a través de cajero, y ningún cargo que pudiera tener relación con la hipoteca del piso ni con ninguno de sus gastos.
Estos eran, en parte, los documentos y fundamentos que mi abogada presentó. Pero que aún no se si serán suficientes. A todo ésto, yo sigo aún pagando el total de la hipoteca y todos los gastos del piso, y sin que él haya aportado ni un sólo euro, ni antes ni en los dos años que hace que lo abandonó junto con su relación conmigo.
El tema va para largo pues lo que he dicho hasta hora fue sólo la exposición. Efectivamente fuí a hablar con una abogada a quien encomendé la dura tarea de ayudarme. No se si lo haría bien o mal, pues la cosa tampoco parece fácil.
En primer lugar me dijo que había varios frentes. Uno era la Comunidad de Bienes como consecuencia de una convivencia, alegada por el demandante y que se podía caer por su propio peso, pues éste sólo se había aprovechado de esa Comunidad sin aportar nada a la misma, ya que entre otras cosas había adquirido otra propiedad para él sólo mientras convivía conmigo en dicha presunta Comunidad de Bienes. El otro frente era la dificultad, o imposibilidad, de intentar demostrar que yo pudiera tener también derechos a la propiedad que el compró durante la convivencia, pues ésto asimilaría el caso a un régimen de gananciales, cosa que el Tribunal Supremo no se cansa de repetir que no es de aplicación en las parejas de hecho, por lo que podría ser una vía muerta. Otro frente podría ser demostrar la mala fe del demandante, pues es obvio que la hubo y se podría constatar por los hechos, su cronología y los documentos aportados por cada parte. Y por último, siempre quedaba el recurso al art 393.2 del CC y/o la doctrina del "Enriquecimiento sin causa."
Mi abogada presentó todas las pruebas fehacientes y recibos bancarios de que todos los pagos de hipoteca, comunidad, impuestos, seguros, agua, luz, teléfono, etc, etc. del piso, se habían cargado en mi cuenta personal y sin que figurase ni uno sólo de estos cargos en la cuenta de él. Es decir, él no podía demostrar que hubiera pagado nada de ésto simplemente porque no lo había hecho, y por lo tanto era imposible que pudiera tener ninguna prueba al respecto.
No obstante, el demandante presentó un contrato de trabajo para justificar unos ingresos que explicaran el dinero que había en su cuenta y que usó para comprar el otro piso que puso a su nombre, por una parte. Y por otra, para hacer ver que tenía ingresos como para poder haber pagado la mitad de la hipoteca del piso en común. Así mismo manifestaba haber realizado todos los trabajos domésticos en el piso mientras yo trabajaba. Cosa que no era cierta en absoluto pues era yo quien hacía la mayor parte de esas faenas, antes, después de mi trabajo o en los días libres que éste me permitía. Aparte de que resultaba contradictorio si aseguraba que trabajaba fuera, y tanto como para poderse comprar otro piso por su propia cuenta.
Sin embargo, el contrato de trabajo que presentó era falso y con fecha dos años posterior a los ingresos millonarios que figuraban en su cuenta corriente. Yo no podría demostrar que ese contrato fuese falso aunque lo supiera, pero se trataba de una simple hoja de papel que cualquiera hubiera podido confeccionar en su propio ordenador y que carecía de cualquier valor documental.
A todo ésto, mi abogada me dijo que no importaba el dinero que él pudiera tener en su cuenta sino el hecho de que hubiera pagado, o no, la mitad de la hipoteca del piso. Pues entre otras cosas, en su cuenta sólo aparecian algunas disposiciones de dinero a través de cajero, y ningún cargo que pudiera tener relación con la hipoteca del piso ni con ninguno de sus gastos.
Estos eran, en parte, los documentos y fundamentos que mi abogada presentó. Pero que aún no se si serán suficientes. A todo ésto, yo sigo aún pagando el total de la hipoteca y todos los gastos del piso, y sin que él haya aportado ni un sólo euro, ni antes ni en los dos años que hace que lo abandonó junto con su relación conmigo.
A mi lo que me interesa es el caso segun lo estas
exponiendo, no si eres o no de uno u otro sexo, lo
que se ve es que has cometido por amor a esa per-
sona, una total aberración y no haber puesto en vez
de palabras en la escritura, te voy a dar un consejo
que te va a solucionar el problema facilmente, es-
pero te de resultado y puedas realmente demostrar
tu verdad, quedadote con tu piso, pide sita con el fis
cal de guardia, le dices tu caso y que deseas que te
autorice una grabadora precintada, para que tu cu-
ando te veas con el malo, con las preguntas que ya te expondra el fiscal le hagas, asi le puedes sacar la verdad que luego tu puedes presentar como pru-
eba feaciente, mas tambien el fiscal puede autorizar
a detectives, que hagan la corespondiente investiga-
ción, y si los detectives la pueden hasta hacer posi-
blemente sin la autorización, pero como te digo es mas fuerte, hasta el fiscal puede instar al juez, mas
ten cuidado con los abogados, no te fies ni de tu
sombra, no comentes con nadie nada, para que no se entere la otra parte de tus intenciones, vete pri-
mero al fiscal, el tiene la obligación de si ve delito
tomar cartas en el asunto.
espero que tengas suerte.
saludos.
exponiendo, no si eres o no de uno u otro sexo, lo
que se ve es que has cometido por amor a esa per-
sona, una total aberración y no haber puesto en vez
de palabras en la escritura, te voy a dar un consejo
que te va a solucionar el problema facilmente, es-
pero te de resultado y puedas realmente demostrar
tu verdad, quedadote con tu piso, pide sita con el fis
cal de guardia, le dices tu caso y que deseas que te
autorice una grabadora precintada, para que tu cu-
ando te veas con el malo, con las preguntas que ya te expondra el fiscal le hagas, asi le puedes sacar la verdad que luego tu puedes presentar como pru-
eba feaciente, mas tambien el fiscal puede autorizar
a detectives, que hagan la corespondiente investiga-
ción, y si los detectives la pueden hasta hacer posi-
blemente sin la autorización, pero como te digo es mas fuerte, hasta el fiscal puede instar al juez, mas
ten cuidado con los abogados, no te fies ni de tu
sombra, no comentes con nadie nada, para que no se entere la otra parte de tus intenciones, vete pri-
mero al fiscal, el tiene la obligación de si ve delito
tomar cartas en el asunto.
espero que tengas suerte.
saludos.
Hola Amper,
No sabes cuánto agradezco tu ayuda, tu comprensión y tus buenas intenciones. Pienso que eres una gran persona y con tan buena voluntad que no parece normal hoy en día. Y tan idealista como yo, posblemente.
Entre otras cosas, esta persona se niega a cruzar una sola palabra conmigo, ni hablada ni escrita. He intentado todas las
formas de llegar a un acuerdo incluso a través de amigos y no hay manera.
En realidad esto fue una estafa muy bien preparada entre esta persona y otras más de su país, con ayuda de mi ignorancia, mi confianza y todos los cauces legales. Entre ellos, lógicamente, la escritura.
De tal manera que sería difícil probar mala fe en la
actuación de esta persona. Pues en realidad, lo que estaba haciendo era vivir una doble vida conmigo y con otra persona en el extranjero, durante años, y hasta que yo me di cuenta de lo que hacía. Y el tema era, por lo visto, esperar a que la
propiedad se revalorizara, más otras coyunturas favorables, para después dividirla.
Yo pude averiguar todo este complot pero las pruebas del mismo no son legalmente presentables. No obstante, algunas de ellas están
implícitas en las mismas que esa persona presentó en su expediente judicial en mi contra, pero resultan inconexas e insuficientes para probar, aunque sí intuir, posiblemente, nada a mi favor.
Cuando me ocurrió ésto fui a buscar a un abogado, urgentemente, que pudiera o quisiera ayudarme, aunque me dijeron de antemano que me olvidase
del tema pues lo perdería todo al ser yo un hombre y ella una mujer.
Sin embargo las respuetas que veo aquí, como mujer, son totalmente diferentes y me dan esperanzas. Con lo cual compruebo que el abogado
que aceptó mi caso pudo creer que realmente podía tener posibilidades de defenderme, puesto que sus indicaciones coinciden exactamente
con las que, tan amablemente, me han facilitado "Zoraida" y "Herencias@tob.
No sabes cuánto agradezco tu ayuda, tu comprensión y tus buenas intenciones. Pienso que eres una gran persona y con tan buena voluntad que no parece normal hoy en día. Y tan idealista como yo, posblemente.
Entre otras cosas, esta persona se niega a cruzar una sola palabra conmigo, ni hablada ni escrita. He intentado todas las
formas de llegar a un acuerdo incluso a través de amigos y no hay manera.
En realidad esto fue una estafa muy bien preparada entre esta persona y otras más de su país, con ayuda de mi ignorancia, mi confianza y todos los cauces legales. Entre ellos, lógicamente, la escritura.
De tal manera que sería difícil probar mala fe en la
actuación de esta persona. Pues en realidad, lo que estaba haciendo era vivir una doble vida conmigo y con otra persona en el extranjero, durante años, y hasta que yo me di cuenta de lo que hacía. Y el tema era, por lo visto, esperar a que la
propiedad se revalorizara, más otras coyunturas favorables, para después dividirla.
Yo pude averiguar todo este complot pero las pruebas del mismo no son legalmente presentables. No obstante, algunas de ellas están
implícitas en las mismas que esa persona presentó en su expediente judicial en mi contra, pero resultan inconexas e insuficientes para probar, aunque sí intuir, posiblemente, nada a mi favor.
Cuando me ocurrió ésto fui a buscar a un abogado, urgentemente, que pudiera o quisiera ayudarme, aunque me dijeron de antemano que me olvidase
del tema pues lo perdería todo al ser yo un hombre y ella una mujer.
Sin embargo las respuetas que veo aquí, como mujer, son totalmente diferentes y me dan esperanzas. Con lo cual compruebo que el abogado
que aceptó mi caso pudo creer que realmente podía tener posibilidades de defenderme, puesto que sus indicaciones coinciden exactamente
con las que, tan amablemente, me han facilitado "Zoraida" y "Herencias@tob.
