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Cuando la opinion de los padres no cuenta, que hacer ?
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Viendo 21 - 40 de 68 comentarios
Winza; Ay Dios mío, lo de estar enamorada seguro por eso me e casado y soy muy feliz.
Tenemos en tramite una modificación de medidas en cuanto respecta a las visitas, mientras estamos haciendo lo posible por cumplir con lo estipulado en el convenio, y no me es ningún sacrificio recoger al niño, porque no sabes como es el niño de cariñoso conmigo.
Tenemos en tramite una modificación de medidas en cuanto respecta a las visitas, mientras estamos haciendo lo posible por cumplir con lo estipulado en el convenio, y no me es ningún sacrificio recoger al niño, porque no sabes como es el niño de cariñoso conmigo.
Pues respondele con cariño y nno poniendote de parte de un padre como ese.
Lo de casarse querida mia es muy fácil, casi todos los divorciados lo estan deseando. Es un chollo para ellos les cuuidan a los niños, les ponen dinero, que se quedan un poco tieso con el divorcio. Y no es que tengan poco es que a la mayoria les gusta ir por encima de sus posibilidades y vosotras os prestais con tal de tener marido. Ya ves todo son ventajjas para ellos y para ti? parate a pensar que ventajas tienes tú. Qu estas ciega, es evidente.
Lo que te dure se aprovechara él te lo garantizo.
Lo de casarse querida mia es muy fácil, casi todos los divorciados lo estan deseando. Es un chollo para ellos les cuuidan a los niños, les ponen dinero, que se quedan un poco tieso con el divorcio. Y no es que tengan poco es que a la mayoria les gusta ir por encima de sus posibilidades y vosotras os prestais con tal de tener marido. Ya ves todo son ventajjas para ellos y para ti? parate a pensar que ventajas tienes tú. Qu estas ciega, es evidente.
Lo que te dure se aprovechara él te lo garantizo.
OJO en que parte e culpado a la madre de algo? Si a mi me da lo mismo esta señora me importa poco o nada que yo tengo mi vida, mis cosas y mis problemas.
Lo que si no estoy acuerdo que ahora diga que el niño no vendrá con nosotros, y que se halla inventado el tema de las 2 collejas de la nada, todo para que? Porque a quien perjudica es a su hijo, al niño el enfado se le pasara antes o despues.
Lo que si no estoy acuerdo que ahora diga que el niño no vendrá con nosotros, y que se halla inventado el tema de las 2 collejas de la nada, todo para que? Porque a quien perjudica es a su hijo, al niño el enfado se le pasara antes o despues.
Un articulo q me encanto:
Mi hijo tiene pendientes
Antes, para “desmarcarse”, bastaba con llevar el pelo largo. Ahora, en cambio, muchos jóvenes y no tan jóvenes necesitan clavarse un anillo o un pendiente en la parte del cuerpo más inimaginable.
Lo de colgarse un pendiente en el lóbulo de la oreja ya no “marca” lo suficiente; se han de buscar (removiendo la antropología) nuevas zonas, sólo accesibles a la última estética y a la cirugía de aficionado. No basta con rodearse la oreja con una hilera de pequeñas bisuterías, ahora se llevan “grapas” en las cejas, la cara, los labios, la lengua o el ombligo.
Dejarse taladrar el cuerpo para hacer bonito puede ser razonable, pero resulta desproporcionado; dejarse taladrar el cuerpo porque está de moda puede ser una razón irracional, pero resulta creíble; dejarse taladrar el cuerpo para llamar la atención puede ser demasiado caro, pero resulta efectivo.
Yo creo que las razones que impulsan a tantos jóvenes a usar aros y pendientes están más allá de la pura estética, la moda o el llamar la atención. Generalmente utilizan estas excusas porque saben que nadie les va a entender; dicen que les gusta, que hacen lo que quieren, que se sienten mejor… y, claro, la gente no les comprende. Buscar los motivos en otras culturas, en pueblos indígenas del Amazonas o en ritos ancestrales de nuestros antepasados, me parece descontextualizar demasiado un fenómeno actual. Sería como argüir en favor de la droga el tan socorrido ejemplo de los indios andinos; o para defender la infidelidad conyugal, acudir a las culturas polígamas.
Claro que el ser humano, a lo largo de la historia, ha utilizado el adorno personal por distintos motivos y de diferentes maneras. Muchas personas se han tatuado el cuerpo o se han deformado los labios; se han afeitado la cabeza o se han colgado aros. Se trata, a mi modo de ver, de intentar entender por qué lo han de esa especial manera. Cuando un joven se pone un pendiente ha tenido que violar, en cierto modo, las reglas del juego social y se ha tenido que someter (dependiendo de la parte del cuerpo a agujerear) a una dolorosa intervención quirúrgica. Esta acción no puede ser gratuita, no puede explicarse únicamente desde la moda o la desmesura juvenil; seguramente tiene un fundamento mucho más profundo que las heridas que dejan indelebles en la carne.
Yo creo que los pendientes no se ponen, sino que “salen”, crecen desde dentro, desde el inconformismo de muchos jóvenes que no tienen quiénes les escuchen. De pronto llegan a casa, abren la puerta y dicen: “Papá, me ha salido un pendiente”. Quieren decir que sólo han sido capaces de expresar su rebeldía de esa manera, que no les han enseñado otra, que no pueden hablar con otras palabras. Quieren mostrar que ya no hace falta que gritéis, ni que os rasguéis las vestiduras, que ya de nada sirve preguntarles el porqué, o echarles de casa; porque los agujeros que les han salido demuestran que habéis llegado demasiado tarde.
Cuando “salen” los pendientes hay algo que queda dentro, muerto, ahogado, dormido. La rebeldía juvenil toma la forma de erupción cutánea, afloran los agujeros y emergen los brillos. Su rebeldía, ignorada y apagada, como un catarro mal curado, comienza a dejar sus secuelas.
Los “mayores” no hemos hecho nada por reconducir esa radiante energía, no hemos sabido darle oportunidades para que se manifieste con armonía. La hemos ahogado a base de silencios, la hemos debilitado a fuerza de comodidades, la hemos desviado con problemas y ocupaciones. Son ellos los que se están produciendo heridas, porque saben que no se puede crecer sin cicatrices
Mi hijo tiene pendientes
Antes, para “desmarcarse”, bastaba con llevar el pelo largo. Ahora, en cambio, muchos jóvenes y no tan jóvenes necesitan clavarse un anillo o un pendiente en la parte del cuerpo más inimaginable.
Lo de colgarse un pendiente en el lóbulo de la oreja ya no “marca” lo suficiente; se han de buscar (removiendo la antropología) nuevas zonas, sólo accesibles a la última estética y a la cirugía de aficionado. No basta con rodearse la oreja con una hilera de pequeñas bisuterías, ahora se llevan “grapas” en las cejas, la cara, los labios, la lengua o el ombligo.
Dejarse taladrar el cuerpo para hacer bonito puede ser razonable, pero resulta desproporcionado; dejarse taladrar el cuerpo porque está de moda puede ser una razón irracional, pero resulta creíble; dejarse taladrar el cuerpo para llamar la atención puede ser demasiado caro, pero resulta efectivo.
Yo creo que las razones que impulsan a tantos jóvenes a usar aros y pendientes están más allá de la pura estética, la moda o el llamar la atención. Generalmente utilizan estas excusas porque saben que nadie les va a entender; dicen que les gusta, que hacen lo que quieren, que se sienten mejor… y, claro, la gente no les comprende. Buscar los motivos en otras culturas, en pueblos indígenas del Amazonas o en ritos ancestrales de nuestros antepasados, me parece descontextualizar demasiado un fenómeno actual. Sería como argüir en favor de la droga el tan socorrido ejemplo de los indios andinos; o para defender la infidelidad conyugal, acudir a las culturas polígamas.
Claro que el ser humano, a lo largo de la historia, ha utilizado el adorno personal por distintos motivos y de diferentes maneras. Muchas personas se han tatuado el cuerpo o se han deformado los labios; se han afeitado la cabeza o se han colgado aros. Se trata, a mi modo de ver, de intentar entender por qué lo han de esa especial manera. Cuando un joven se pone un pendiente ha tenido que violar, en cierto modo, las reglas del juego social y se ha tenido que someter (dependiendo de la parte del cuerpo a agujerear) a una dolorosa intervención quirúrgica. Esta acción no puede ser gratuita, no puede explicarse únicamente desde la moda o la desmesura juvenil; seguramente tiene un fundamento mucho más profundo que las heridas que dejan indelebles en la carne.
Yo creo que los pendientes no se ponen, sino que “salen”, crecen desde dentro, desde el inconformismo de muchos jóvenes que no tienen quiénes les escuchen. De pronto llegan a casa, abren la puerta y dicen: “Papá, me ha salido un pendiente”. Quieren decir que sólo han sido capaces de expresar su rebeldía de esa manera, que no les han enseñado otra, que no pueden hablar con otras palabras. Quieren mostrar que ya no hace falta que gritéis, ni que os rasguéis las vestiduras, que ya de nada sirve preguntarles el porqué, o echarles de casa; porque los agujeros que les han salido demuestran que habéis llegado demasiado tarde.
Cuando “salen” los pendientes hay algo que queda dentro, muerto, ahogado, dormido. La rebeldía juvenil toma la forma de erupción cutánea, afloran los agujeros y emergen los brillos. Su rebeldía, ignorada y apagada, como un catarro mal curado, comienza a dejar sus secuelas.
Los “mayores” no hemos hecho nada por reconducir esa radiante energía, no hemos sabido darle oportunidades para que se manifieste con armonía. La hemos ahogado a base de silencios, la hemos debilitado a fuerza de comodidades, la hemos desviado con problemas y ocupaciones. Son ellos los que se están produciendo heridas, porque saben que no se puede crecer sin cicatrices
Pikkola,
Te comprendo en la totalidad de lo que expones.
Un matiz, que me gustaría que reflexionaseis como padre y como pareja del mismo:
¿Quién es más responsable de lo que le sucede al menor, la madre por consertirle llevar el "pendiente", o el padre por permitirle al niño que volviese con su madre?.
El niño no decide sobre si tiene que regresar con su madre. Es el padre. Y si lo ha devuelto, en mi opinión es un grave error. Porque por un lado y por el otro queda reforzada su despótica conducta.
Ese niño tiene 11 años, y se debe a la AUTORIDAD PATERNA cuando esté con su padre, y de momento, no le corresponde decidir en base a argumentos tan poco sólidos como los del pendiente, si tiene ó no que seguir yendo con el padre.
Pensadlo,
saludos.
Te comprendo en la totalidad de lo que expones.
Un matiz, que me gustaría que reflexionaseis como padre y como pareja del mismo:
¿Quién es más responsable de lo que le sucede al menor, la madre por consertirle llevar el "pendiente", o el padre por permitirle al niño que volviese con su madre?.
El niño no decide sobre si tiene que regresar con su madre. Es el padre. Y si lo ha devuelto, en mi opinión es un grave error. Porque por un lado y por el otro queda reforzada su despótica conducta.
Ese niño tiene 11 años, y se debe a la AUTORIDAD PATERNA cuando esté con su padre, y de momento, no le corresponde decidir en base a argumentos tan poco sólidos como los del pendiente, si tiene ó no que seguir yendo con el padre.
Pensadlo,
saludos.
Mire señora como se puede ser tan prepotente conn la madre de un niño al que dicen querer. Osea que se lo plantan en casa cuando les viene a ustedes en gana, con la excusa de que esta enfadado. Para eso si le hacen caso. Para la niñeria no. Y encima ella no se puede permitar decir pues si los vais a traer cuando querais no va. Además debe estar enfada con la forma tan anormal que ha tenido el padre en tratar la situación y como le ha demostrado a su hijo que se deshace de él a la mínima. Yo desde luego si fuera la madre denunciaria que ese fin de semana al padre le tocaba y no lo tiene por que no le da la real gana.
Vamos mira que tener tan en cuenta el enfado del niño y corriendo quitarselo de encima y no tener en cuenta que es un crio que coge un hielo y hace una tonteria. Una cosa es que el padre le diera su punto de vista del pendiente y le animara a que se lo quitara y otra hacer lo que ha hecho. Que pena con quien te has casado. Seguro que encima eres buena chica y con pocas luces.
No ves que no respeta ni a su hijo, ni a la madre de este. Pronto no te respetara ni a tí En cuanto no te necesite para cuidarle al niño.
Y como me estoy pasando no digo más que pena como esta el mundo.
Vamos mira que tener tan en cuenta el enfado del niño y corriendo quitarselo de encima y no tener en cuenta que es un crio que coge un hielo y hace una tonteria. Una cosa es que el padre le diera su punto de vista del pendiente y le animara a que se lo quitara y otra hacer lo que ha hecho. Que pena con quien te has casado. Seguro que encima eres buena chica y con pocas luces.
No ves que no respeta ni a su hijo, ni a la madre de este. Pronto no te respetara ni a tí En cuanto no te necesite para cuidarle al niño.
Y como me estoy pasando no digo más que pena como esta el mundo.
Tiento Buenas tardes;
Yo creo que a sido un error hacer su voluntad desde luego. Pero tampoco a sido fácil creeme yo cuando conocí a mi marido hace 3 años el niño venia muy mal educado se le iba encima al padre si le decia que no a algo, le insultaba y ya podía decir misa mi marido que no valía para nada, allí entro yo, cuando el niño coge confianza conmigo y después de muchas conversaciones e logrado por lo menos que le respete cuando viene, porque para mi son episodios desagradables.
Yo creo que a sido un error hacer su voluntad desde luego. Pero tampoco a sido fácil creeme yo cuando conocí a mi marido hace 3 años el niño venia muy mal educado se le iba encima al padre si le decia que no a algo, le insultaba y ya podía decir misa mi marido que no valía para nada, allí entro yo, cuando el niño coge confianza conmigo y después de muchas conversaciones e logrado por lo menos que le respete cuando viene, porque para mi son episodios desagradables.
Hola, Pikkola21:
Creo que, este caso, es ilustrativo del difícil y noble arte de conjugar el derecho a las libertades individuales, los menores también las tienen, y el respeto a las de los demás. En un tema de “piercing” no me preocuparía demasiado, es mi opinión, salvo que el pendiente o “arete” en cuestión sea un yunque de 50 kilos o el “piercing” se realice sin las preceptivas garantías sanitarias en cualquier “cuchitril” al efecto y por el Doctor Mengele, o, en el caso de que se tinte el pelo de verde fosforito, de lo suyo gastan, el colorante sea carcinógeno, de eso se trata, de velar por el interés de los menores, máxime si son nuestros hijos. He dicho yo, al padre de ese menor, su marido, en base a sus creencias, ideología y pareceres, tan dignas y defendibles como las mías, le puede parecer una falta de respeto, de ahí que considere que se deban conjugar ambos derechos. Es una negociación y en toda negociación hay algo en lo que ceder y algo que imponer. El diálogo debe presidir cualquier negociación. El padre, o madre, no deben, a mi juicio, imponer a cualquier precio, el hijo tampoco, no se trata de a ver quien es más chulo de los dos sino de negociar, siempre teniendo en cuenta, algo obvio, que se está negociando con un menor y este carece de muchas facultades, existentes en un adulto, para decidir sin perjudicarse a sí mismo. Por mucho que ahora se venga a pretender dotar a los menores de divina, y omnipotente, potestad y, en base al tan invocado interés supremo del menor, estemos generando “monstruitos”. Lamentablemente, como apoyo a mi argumentación, en nuestra legislación ha desaparecido hasta ese “corregir moderadamente”, en ese “corregir moderadamente” iban incluidos unos buenos zapatillazos, unas buenas “toñejas”, el tirón de orejas o de pelos de patilla. He de reconocer, ya adulto, que la impartición sabia de los citados sacramentos sirvióme de escarmiento y freno a mis despropósitos, tanto infantiles como juveniles, y contribuyó, en buena medida, a lo que, en positivo, soy hoy en día. De lo único que me podría quejar sería de las que me cayeron de forma injusta y desmesurada, que haberlas las hubo, no fueron pocos los “marrones” ajenos que me tragué.
Pikkola21, cuidado, deduzco de su exposición que, tras la presentación de ese hijo, todo él y su piercing, dice que “se le devolvió con su madre”. Ojo con esto, ya se puede poner el menor como se ponga, pero existe la obligación de cumplir con el régimen de visitas, lo contrario es incumplir con una sentencia judicial, la que ratificó el respectivo convenio de separación o divorcio. No es decir como no me respetas te devuelvo con tu madre. Ojo con esto, los problemas legales están garantizados. Les podría ilustrar mucho acerca de esto y hasta donde pueden llegar los desmanes del Ministerio Fiscal en estos temas.
Winza, a un menor se le respeta en sus gustos en la medida en que estos sean factibles, bajo parámetros que son ajenos a sus competencias como menor. Creo que su reproche a Pikkola21 sobre la cita, escueta referencia, a los aspectos económicos, no es justa, a mi parecer. Sepa usted que ser padre en este país, sin perjuicio de lo que ocurra en los demás, se viene a reducir a eso, ser padre-talón-cheque-proveedor de sustento. En los demás aspectos, somos un cero a la izquierda. Yo no lo soy, pero lo mío me está costando, a base de ir agarrando más de una gónada funcionarial y al amparo de la poca legislación que todavía me ampara como padre. Sepa usted que, en este país, los conceptos de matrimonio, familia o figura paterna tienen menos valor que una deposición perruna o canina, que viene a ser lo mismo. En mi caso, que es el cientos de miles de padres, no soy animal de compañía ni de economía, ni queremos que se nos saque a hacer nuestras necesidades ni del 1 al 5 de cada mes, ni cada 15 días o la mitad de las vacaciones escolares. Es más, en mi caso, creo que uno de los más grandes errores de mi vida, fue haber traído a mis hijos a este país, a pesar de ser español, creyendo, ingenuamente, lo admito, que iban a ser defendidos los derechos de mis hijos y los míos propios por un estado al que le presuponía como democrático, social y de derecho. La cruda realidad es aplastante.
Un cordial saludo
Creo que, este caso, es ilustrativo del difícil y noble arte de conjugar el derecho a las libertades individuales, los menores también las tienen, y el respeto a las de los demás. En un tema de “piercing” no me preocuparía demasiado, es mi opinión, salvo que el pendiente o “arete” en cuestión sea un yunque de 50 kilos o el “piercing” se realice sin las preceptivas garantías sanitarias en cualquier “cuchitril” al efecto y por el Doctor Mengele, o, en el caso de que se tinte el pelo de verde fosforito, de lo suyo gastan, el colorante sea carcinógeno, de eso se trata, de velar por el interés de los menores, máxime si son nuestros hijos. He dicho yo, al padre de ese menor, su marido, en base a sus creencias, ideología y pareceres, tan dignas y defendibles como las mías, le puede parecer una falta de respeto, de ahí que considere que se deban conjugar ambos derechos. Es una negociación y en toda negociación hay algo en lo que ceder y algo que imponer. El diálogo debe presidir cualquier negociación. El padre, o madre, no deben, a mi juicio, imponer a cualquier precio, el hijo tampoco, no se trata de a ver quien es más chulo de los dos sino de negociar, siempre teniendo en cuenta, algo obvio, que se está negociando con un menor y este carece de muchas facultades, existentes en un adulto, para decidir sin perjudicarse a sí mismo. Por mucho que ahora se venga a pretender dotar a los menores de divina, y omnipotente, potestad y, en base al tan invocado interés supremo del menor, estemos generando “monstruitos”. Lamentablemente, como apoyo a mi argumentación, en nuestra legislación ha desaparecido hasta ese “corregir moderadamente”, en ese “corregir moderadamente” iban incluidos unos buenos zapatillazos, unas buenas “toñejas”, el tirón de orejas o de pelos de patilla. He de reconocer, ya adulto, que la impartición sabia de los citados sacramentos sirvióme de escarmiento y freno a mis despropósitos, tanto infantiles como juveniles, y contribuyó, en buena medida, a lo que, en positivo, soy hoy en día. De lo único que me podría quejar sería de las que me cayeron de forma injusta y desmesurada, que haberlas las hubo, no fueron pocos los “marrones” ajenos que me tragué.
Pikkola21, cuidado, deduzco de su exposición que, tras la presentación de ese hijo, todo él y su piercing, dice que “se le devolvió con su madre”. Ojo con esto, ya se puede poner el menor como se ponga, pero existe la obligación de cumplir con el régimen de visitas, lo contrario es incumplir con una sentencia judicial, la que ratificó el respectivo convenio de separación o divorcio. No es decir como no me respetas te devuelvo con tu madre. Ojo con esto, los problemas legales están garantizados. Les podría ilustrar mucho acerca de esto y hasta donde pueden llegar los desmanes del Ministerio Fiscal en estos temas.
Winza, a un menor se le respeta en sus gustos en la medida en que estos sean factibles, bajo parámetros que son ajenos a sus competencias como menor. Creo que su reproche a Pikkola21 sobre la cita, escueta referencia, a los aspectos económicos, no es justa, a mi parecer. Sepa usted que ser padre en este país, sin perjuicio de lo que ocurra en los demás, se viene a reducir a eso, ser padre-talón-cheque-proveedor de sustento. En los demás aspectos, somos un cero a la izquierda. Yo no lo soy, pero lo mío me está costando, a base de ir agarrando más de una gónada funcionarial y al amparo de la poca legislación que todavía me ampara como padre. Sepa usted que, en este país, los conceptos de matrimonio, familia o figura paterna tienen menos valor que una deposición perruna o canina, que viene a ser lo mismo. En mi caso, que es el cientos de miles de padres, no soy animal de compañía ni de economía, ni queremos que se nos saque a hacer nuestras necesidades ni del 1 al 5 de cada mes, ni cada 15 días o la mitad de las vacaciones escolares. Es más, en mi caso, creo que uno de los más grandes errores de mi vida, fue haber traído a mis hijos a este país, a pesar de ser español, creyendo, ingenuamente, lo admito, que iban a ser defendidos los derechos de mis hijos y los míos propios por un estado al que le presuponía como democrático, social y de derecho. La cruda realidad es aplastante.
Un cordial saludo
Que un niño de siete años que es lo que tenia hace tres este mal educado y trate asi a su padre tendra culpa él, no señora mia? que no se habra hecho respetar y que lo tendrá salvaje. O es tambien culpa e la madre? Lo mismo a la madre si la respeta. Cda niño sabe muy bien con quien pasarse y con quien no.
Desde luego si los episodios con el niño han sido como este, tan mal resueltos. Pobre niño con el padre que le ha caido.
Desde luego si los episodios con el niño han sido como este, tan mal resueltos. Pobre niño con el padre que le ha caido.
Winza;
Tampoco creo que ayude mucho que su madre le hable barbaridades de su padre creo yo. .
Eso como la vez anterior quería utilizar el ordenador se le dijo que no, se lo cambiamos por ir en bicicleta, porque antes se lo dejábamos y nos encontramos con que el niño utilizaba el ordenador para insultos con otros niños/as e intercambio de fotos no aptas para su edad se hablo con su madre al respecto y acaso hizo algo, cada dos por tres esta en el locutorio sin control alguno, sin embargo le dimos una segunda oportunidad y volvimos a confiar y lo volvió hacer, porque dejamos registro en el ordenador de todo lo que se hace.
Yo no se de quien sea culpa porque no se trata de buscar culpables, sino soluciones. En mi hogar no hay malas formas, eso no lo a aprendido aqui.
Tampoco creo que ayude mucho que su madre le hable barbaridades de su padre creo yo. .
Eso como la vez anterior quería utilizar el ordenador se le dijo que no, se lo cambiamos por ir en bicicleta, porque antes se lo dejábamos y nos encontramos con que el niño utilizaba el ordenador para insultos con otros niños/as e intercambio de fotos no aptas para su edad se hablo con su madre al respecto y acaso hizo algo, cada dos por tres esta en el locutorio sin control alguno, sin embargo le dimos una segunda oportunidad y volvimos a confiar y lo volvió hacer, porque dejamos registro en el ordenador de todo lo que se hace.
Yo no se de quien sea culpa porque no se trata de buscar culpables, sino soluciones. En mi hogar no hay malas formas, eso no lo a aprendido aqui.
emigrante en primer lugar darle mi apoyo en lo que respecta con sus hijos. Lo he leido en otras ocasiones y creo que es de los padres de verdad que no se merecen la situación que viven con sus hijos. Es injusto que la ley este commo esta para los buenos padres y hombre, que haberlos los hay y yo conozco casos.
Otros muchos creame que se buscan ellos esta situación con loshijos por comodidad pero queda muy bien decir lo contrario y culpar a cualquiera.
Respecto al tema que aqui se trata le diré, yo al menos no veo tan malo un pendiente. Las niñas los llevan y dos. Además un crio a esa edad hace esa y más tonterias, casi ninguna suele tener importancia. Lo que no parece normal es que un adulto y padre lleve asi la situación y menos que otra señora lo apoye. Me parece que aquí el que esta mal educado y consentido es el padre no el niño.
Ya he dicho tambien que una cosa es dar tu punto de vista del pendiente, dejarle claro al niño que no te gusta y respetarselo si es su gusto. Que no hace daño a nadie un pendiente. Lo que si hace daño al niño es la actuación de este padre.
Del tema de llevarselo a la madre ya he dicho suficiente. Y creo señor emigrante que no sólo le debia preocupar a este señor no llevarlo por el tema legal si no por lo que su hijo sienta y por la falta de respeto que supone hacia la madre del niño, no respar sus tiempos.
Un saludo.
Otros muchos creame que se buscan ellos esta situación con loshijos por comodidad pero queda muy bien decir lo contrario y culpar a cualquiera.
Respecto al tema que aqui se trata le diré, yo al menos no veo tan malo un pendiente. Las niñas los llevan y dos. Además un crio a esa edad hace esa y más tonterias, casi ninguna suele tener importancia. Lo que no parece normal es que un adulto y padre lleve asi la situación y menos que otra señora lo apoye. Me parece que aquí el que esta mal educado y consentido es el padre no el niño.
Ya he dicho tambien que una cosa es dar tu punto de vista del pendiente, dejarle claro al niño que no te gusta y respetarselo si es su gusto. Que no hace daño a nadie un pendiente. Lo que si hace daño al niño es la actuación de este padre.
Del tema de llevarselo a la madre ya he dicho suficiente. Y creo señor emigrante que no sólo le debia preocupar a este señor no llevarlo por el tema legal si no por lo que su hijo sienta y por la falta de respeto que supone hacia la madre del niño, no respar sus tiempos.
Un saludo.
pikkola que en su hogar no hay malas formas? pero el episodio que usted acaba de contar es de las peores formas que se puede portar un padre con un hijo. Señora perdoneme si la ofendo pero decididamente esta usted ciega y no es nada objetiva. Tiene fijación con la madre del niño. Por que da por supuesto que lo que a usted le parece malo lo aprende allí y no en casa de amigos o en el colegio?
La madre ya tiene bastante con tener un ex que se porta asi con su hijo y que se lo planta en casa cuando le viene en gana sin respetar nada. Ese niño no va crecer bien pensando que su padre no lo quiere y es lo que le da a entender con semejantes actuaciones,
PERO NADA USTEDES TODO LO HACEN BIEN . EL MAL VIENE DE ALLI. ES JUSTO LO CONTRARIO SE LO ASEGURO.
Y mire el de fuera, el que es ajeno al tema es el que es más objetivo, osea yo.
Saludos.
La madre ya tiene bastante con tener un ex que se porta asi con su hijo y que se lo planta en casa cuando le viene en gana sin respetar nada. Ese niño no va crecer bien pensando que su padre no lo quiere y es lo que le da a entender con semejantes actuaciones,
PERO NADA USTEDES TODO LO HACEN BIEN . EL MAL VIENE DE ALLI. ES JUSTO LO CONTRARIO SE LO ASEGURO.
Y mire el de fuera, el que es ajeno al tema es el que es más objetivo, osea yo.
Saludos.
Winza;
Yo mejor que usted conozco la situación, y no le diré una cosa que no es, cuando me equivoco lo reconozco que no se me caen los anillos por eso. Pero usted no conoce a la madre del niño, ni el barrio donde vive, ni los amigos que tiene, no tiene ni remota idea.
Tendría que verlo y solo así me entenderá, como le digo no pretendo que me de la razon solo e expuesto lo sucedido.
Le agradezco por su intervención, pero no la comparto en algunas cosas.
Yo mejor que usted conozco la situación, y no le diré una cosa que no es, cuando me equivoco lo reconozco que no se me caen los anillos por eso. Pero usted no conoce a la madre del niño, ni el barrio donde vive, ni los amigos que tiene, no tiene ni remota idea.
Tendría que verlo y solo así me entenderá, como le digo no pretendo que me de la razon solo e expuesto lo sucedido.
Le agradezco por su intervención, pero no la comparto en algunas cosas.
Winza;
Y decirle que cuando a ella le a interesado mandar a su hijo de colonias sin respetar los días que corresponden a mi marido, cuando ella a decido no darnos al niño en tiempo de vacaciones como el año pasado que dijo que en Agosto no venia porque no podía interrumpir sus actividades (cásales, colonias) cuando a coincidido con un cumpleaños, navidad.....se nos a dicho que NO.
Y decirle que cuando a ella le a interesado mandar a su hijo de colonias sin respetar los días que corresponden a mi marido, cuando ella a decido no darnos al niño en tiempo de vacaciones como el año pasado que dijo que en Agosto no venia porque no podía interrumpir sus actividades (cásales, colonias) cuando a coincidido con un cumpleaños, navidad.....se nos a dicho que NO.
Pikkola21
Aqui ya se esta cambiando el tema,el barrio,y los amigos,creo que no se lo ha buscado la madre,en todo caso los 2 progenitores.Que a todos nos gustaria vivir en un barrio de elite,pero si no puede ser, no puede ser.Lo que empezo por algo tan tonto como un pendiente,al final a degenerado a lo de siempre,la lucha entre los padres desde que se separan y que los perjudicados son los hijos.
eso ya es otro tema
saludos
Aqui ya se esta cambiando el tema,el barrio,y los amigos,creo que no se lo ha buscado la madre,en todo caso los 2 progenitores.Que a todos nos gustaria vivir en un barrio de elite,pero si no puede ser, no puede ser.Lo que empezo por algo tan tonto como un pendiente,al final a degenerado a lo de siempre,la lucha entre los padres desde que se separan y que los perjudicados son los hijos.
eso ya es otro tema
saludos
Hola:
Perdone Winza, con mucho respeto, pero ese “hacerse respetar” requiere tiempo, convivencia y un efectivo ejercicio de la Patria Potestad, algo que nos es negado, por norma, a los padres no custodios. O ahora vamos a pretender que nos hagamos responsables del accionar de nuestros hijos cuando se nos somete a un vejatorio régimen de visitas. Mire usted, si mi hijos, de forma individual o conjunta y solidaria, queman un vehículo, la responsabilidad civil tiene que recaer única y exclusivamente en la madre pues es ella a la que la autoridad judicial otorgó la guardia y custodia de nuestros hijos, con todo lo que ello conlleva, en mi caso, con prevaricación y una violación clara de derechos humanos, y a mí un régimen de visitas, por cierto ampliamente incumplido por parte de la madre, con condenas en la vía penal por tal accionar, aparte de que mi ejercicio de la Patria Potestad lo estoy ejerciendo con mucho, muchísimo esfuerzo y contra viento y marea. A pesar de todo SOY PADRE y me estoy haciendo notar, no sabe hasta que punto, de los de sentar cátedra, lamentablemente, pues me pregunto porque antes nadie hizo lo que yo he venido a hacer.
¿Que los niños saben con quien pasarse? Por supuesto. La mayoría de adultos lo sabemos. A río revuelto, ganancia de pescadores. En esa lucha padre-madre, judicializada y fomentada interesadamente, los hijos no son tontos y lo son, al mismo tiempo, se ampararan en uno u otro progenitor a su conveniencia, por supuesto sin admitir nada que les resulte “desagradable” o “poco placentero”, hedonismo natural, que quiere que le diga. Se arrimarán al ascua que más les convenga, si el padre les dice niño, o niña, no hagas eso, irán corriendo a la madre a buscar amparo a sus despropósitos y viceversa. ¡Pobre niño!, en esto estamos total y absolutamente de acuerdo, al igual que en el tema del pendiente y supongo que en muchos otros pues, creo, nos guía la misma cordura y sensatez. Pero convendrá conmigo que, en nuestro país, nos hace falta asumir mucho lo que es el respeto hacia los demás, hasta hace poco era muy fácil, no había casi oposición, hace cuatro días nos obligaban a cantar el cara al sol. A mí me parece no muy relevante el tema del pendiente, pero a otra persona le puede herir, y mucho, en su sensibilidad y en su percepción de lo que es correcto y no correcto. Jamás me reiré de que un musulmán no coma carne de cerdo o de que lo hindúes tengan a las vacas como sagradas, hoy en día sé el porqué, aprendido in situ, y no es nada descabellado, al contrario, es de una racionalidad suprema. Entre el blanco y el negro hay una infinidad de grises y todos valen lo mismo.
Y, sí, la actuación, en este caso, del padre, no es la más sensata, creo que ha bajado a un nivel al cual no se debe bajar nunca. Como muy bien menciona Tiento, me ha gustado mucho, existe el Principio de la Autoridad Paterna, o Materna, es muy íntimo, pues refiere a aspectos de tal naturaleza, íntima, aspectos que se pretenden asumir desde el estado, sin derecho alguno a ello. Cada día somos menos padres o madres y nuestros hijos han pasado a ser “propiedad del estado” negándosenos un derecho natural que tan sólo corresponde o debiera corresponder a ambos progenitores, única y exclusivamente, pero se nos niega y se nos ha arrebatado dicha autoridad. El principio de autoridad Paterna o Materna impide ser amigos de nuestros hijos, somos mucho más que eso, tan sólo un padre o una madre puede llegar a extremos que nadie va a alcanzar, ni el mejor amigo/a. El niño/a te vas a comer las verduras es un principio de validez universal no sujeto a consideraciones políticas ni de ninguna otra naturaleza, salvo las que, por naturaleza, les corresponden tanto a madre como a padre. El estado ni pincha ni corta, como decía un paisano mío, me nacieron, no nací. La nacionalidad es una circunstancia no la esencia de una persona.
Un cordial saludo
Perdone Winza, con mucho respeto, pero ese “hacerse respetar” requiere tiempo, convivencia y un efectivo ejercicio de la Patria Potestad, algo que nos es negado, por norma, a los padres no custodios. O ahora vamos a pretender que nos hagamos responsables del accionar de nuestros hijos cuando se nos somete a un vejatorio régimen de visitas. Mire usted, si mi hijos, de forma individual o conjunta y solidaria, queman un vehículo, la responsabilidad civil tiene que recaer única y exclusivamente en la madre pues es ella a la que la autoridad judicial otorgó la guardia y custodia de nuestros hijos, con todo lo que ello conlleva, en mi caso, con prevaricación y una violación clara de derechos humanos, y a mí un régimen de visitas, por cierto ampliamente incumplido por parte de la madre, con condenas en la vía penal por tal accionar, aparte de que mi ejercicio de la Patria Potestad lo estoy ejerciendo con mucho, muchísimo esfuerzo y contra viento y marea. A pesar de todo SOY PADRE y me estoy haciendo notar, no sabe hasta que punto, de los de sentar cátedra, lamentablemente, pues me pregunto porque antes nadie hizo lo que yo he venido a hacer.
¿Que los niños saben con quien pasarse? Por supuesto. La mayoría de adultos lo sabemos. A río revuelto, ganancia de pescadores. En esa lucha padre-madre, judicializada y fomentada interesadamente, los hijos no son tontos y lo son, al mismo tiempo, se ampararan en uno u otro progenitor a su conveniencia, por supuesto sin admitir nada que les resulte “desagradable” o “poco placentero”, hedonismo natural, que quiere que le diga. Se arrimarán al ascua que más les convenga, si el padre les dice niño, o niña, no hagas eso, irán corriendo a la madre a buscar amparo a sus despropósitos y viceversa. ¡Pobre niño!, en esto estamos total y absolutamente de acuerdo, al igual que en el tema del pendiente y supongo que en muchos otros pues, creo, nos guía la misma cordura y sensatez. Pero convendrá conmigo que, en nuestro país, nos hace falta asumir mucho lo que es el respeto hacia los demás, hasta hace poco era muy fácil, no había casi oposición, hace cuatro días nos obligaban a cantar el cara al sol. A mí me parece no muy relevante el tema del pendiente, pero a otra persona le puede herir, y mucho, en su sensibilidad y en su percepción de lo que es correcto y no correcto. Jamás me reiré de que un musulmán no coma carne de cerdo o de que lo hindúes tengan a las vacas como sagradas, hoy en día sé el porqué, aprendido in situ, y no es nada descabellado, al contrario, es de una racionalidad suprema. Entre el blanco y el negro hay una infinidad de grises y todos valen lo mismo.
Y, sí, la actuación, en este caso, del padre, no es la más sensata, creo que ha bajado a un nivel al cual no se debe bajar nunca. Como muy bien menciona Tiento, me ha gustado mucho, existe el Principio de la Autoridad Paterna, o Materna, es muy íntimo, pues refiere a aspectos de tal naturaleza, íntima, aspectos que se pretenden asumir desde el estado, sin derecho alguno a ello. Cada día somos menos padres o madres y nuestros hijos han pasado a ser “propiedad del estado” negándosenos un derecho natural que tan sólo corresponde o debiera corresponder a ambos progenitores, única y exclusivamente, pero se nos niega y se nos ha arrebatado dicha autoridad. El principio de autoridad Paterna o Materna impide ser amigos de nuestros hijos, somos mucho más que eso, tan sólo un padre o una madre puede llegar a extremos que nadie va a alcanzar, ni el mejor amigo/a. El niño/a te vas a comer las verduras es un principio de validez universal no sujeto a consideraciones políticas ni de ninguna otra naturaleza, salvo las que, por naturaleza, les corresponden tanto a madre como a padre. El estado ni pincha ni corta, como decía un paisano mío, me nacieron, no nací. La nacionalidad es una circunstancia no la esencia de una persona.
Un cordial saludo
Tolimar;
Claro que a todos nos gustaría vivir en condiciones favorables, Yo no estaria en un piso de 40 m2 pero que luego de las puertas para adentro uno educa a sus hijos y les enseña desde el respeto y el cariño lo que esta bien y lo que no, pero a veces no interesa.
Gracias Tolimar por tu intervencion. Buenas noches.
Claro que a todos nos gustaría vivir en condiciones favorables, Yo no estaria en un piso de 40 m2 pero que luego de las puertas para adentro uno educa a sus hijos y les enseña desde el respeto y el cariño lo que esta bien y lo que no, pero a veces no interesa.
Gracias Tolimar por tu intervencion. Buenas noches.
Cuanto da de sí un pendiente !!, una madre muy irresponsable que permite que un niño de diez años se ponga un pendiente, yo le quitaria la custodia sin dudarlo, esto es a lo que vamos caminando en este pais donde una ley impuesta por lesvianas sin hijos quieren obligar a unos padres como educar a sus hijos.
