Escribe usted como en los tiempos de los telegramas, que había que pagar por palabra. La herencia de un abuelo que no haya hecho testamento pasa a los hijos en proporción a su número. Si hay tres hijos, se divide en tres partes iguales. Como uno de los hijos está muerto, esa tercera parte se le entrega a los hijos de este, es decir, a los nietos, para que se la repartan en proporción, con independencia del testamento del padre, si es que lo tiene.
En ausencia de testamento, la mitad del caudal hereditario es para el hijo que sigue vivo, y la otra mitad se divide entre los tres hijos del difunto, que heredan por representación.
Por tanto, el hijo vivo se lleva 1/2 y los tres nietos hijos del fallecido se llevan 1/6 cada uno.
No, quéaliaspongo: hay tres hijos y uno solo de ellos está muerto (y no dos). Aún así, EN NINGÚN CASO heredaría el hijo vivo la mitad, sino que se harían tres porciones, y por tanto heredaría una tercera parte, estén vivos o muertos.