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Nuestro post relax III
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Buenas de nuevo... se me acabaron las vacaciones hace una semana, pero no he tenido animo para volver al despacho. Será eso que ahora se llama stress post vacacional, o eso, o soy un perro... tendría que despedirme a mi mismo. de vueltas con mi crisis vocacional. En fin, cuando vuelva me va a dar algo, a correr tocará.
Bienvenidos a todos los nuevos/as.
AZ muy buenos tus chistes.
Y como no felicitar a Rus por todos estos dias.
Por cierto yo pensaba que nos veríamos las caras en la macroparty de AnaFer... pero os habeis adelantado a mandar fotos. Tendriamos que hacer un blog, que no se ni lo que es ni como se hace, pero he oido llover...
Bienvenidos a todos los nuevos/as.
AZ muy buenos tus chistes.
Y como no felicitar a Rus por todos estos dias.
Por cierto yo pensaba que nos veríamos las caras en la macroparty de AnaFer... pero os habeis adelantado a mandar fotos. Tendriamos que hacer un blog, que no se ni lo que es ni como se hace, pero he oido llover...
Sois geniales. esto es otro mundo
Vengo de una familia estúpida: en la guerra civil mi padre luchó por los verdes.
Mi padre era imbécil. Trabajaba en un banco y lo atraparon robando bolígrafos.
Cuando nací, el doctor fué a la sala de espera y le dijo a mi padre: "hicimos lo que pudimos...pero salió".
Mi madre nunca me dió el pecho porque decía que solo me quería como amigo.
Mi padre lleva en la cartera la foto del niño que ya venía en la cartera.
Pronto me dí cuenta de que mis padres me odiaban: mis juguetes para la bañera eran una tostadora y una radio.
Una vez me perdí. Le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contestó: "no lo se chaval...hay demasiados sitios donde se pueden esconder".
El último deseo de mi padre moribundo fué que me sentara en su regazo: estaba en la silla eléctrica.
Trabajé en una tienda de animales. La gente no paraba de preguntarme cuanto iba a crecer.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron a mi padre un trozo de mi dedo. Mi padre dijo que quería más pruebas.
Una vez me encontré a las autoridades sanitarias. Me ofrecieron un cigarrillo.
Un día me llamó una chica a casa diciéndome: "ven a casa, no hay nadie". Cuando llegué a su casa no había nadie.
A mi mujer le gusta hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un hotel.
Una vez ingerí un frasco entero de tranquilizantes. El doctor me dijo: "tómese una copa y acuéstese un poco".
El psiquiatra me dijo que me estaba volviendo loco. Yo le dije que quería una segunda opinión. "De acuerdo, también es usted feo.
Una vez me iba a suicidar tirándome desde un décimo piso. Mandaron un cura para ayudarme. Sus palabras de ánimo fueron: "preparados, listos..."
Vengo de una familia estúpida: en la guerra civil mi padre luchó por los verdes.
Mi padre era imbécil. Trabajaba en un banco y lo atraparon robando bolígrafos.
Cuando nací, el doctor fué a la sala de espera y le dijo a mi padre: "hicimos lo que pudimos...pero salió".
Mi madre nunca me dió el pecho porque decía que solo me quería como amigo.
Mi padre lleva en la cartera la foto del niño que ya venía en la cartera.
Pronto me dí cuenta de que mis padres me odiaban: mis juguetes para la bañera eran una tostadora y una radio.
Una vez me perdí. Le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contestó: "no lo se chaval...hay demasiados sitios donde se pueden esconder".
El último deseo de mi padre moribundo fué que me sentara en su regazo: estaba en la silla eléctrica.
Trabajé en una tienda de animales. La gente no paraba de preguntarme cuanto iba a crecer.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron a mi padre un trozo de mi dedo. Mi padre dijo que quería más pruebas.
Una vez me encontré a las autoridades sanitarias. Me ofrecieron un cigarrillo.
Un día me llamó una chica a casa diciéndome: "ven a casa, no hay nadie". Cuando llegué a su casa no había nadie.
A mi mujer le gusta hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un hotel.
Una vez ingerí un frasco entero de tranquilizantes. El doctor me dijo: "tómese una copa y acuéstese un poco".
El psiquiatra me dijo que me estaba volviendo loco. Yo le dije que quería una segunda opinión. "De acuerdo, también es usted feo.
Una vez me iba a suicidar tirándome desde un décimo piso. Mandaron un cura para ayudarme. Sus palabras de ánimo fueron: "preparados, listos..."
Ayyy, en fin, como estoy solita, me autocuento un chisteciyo:
Era una vez dos prisioneros y que al día siguiente empezaban cadena perpetua. Y le dice el listo al tonto:
-Coge aquella lima y cuando se acueste esta gente nos ponemos a limar.
Dice el tonto:
-¡Venga, vale!
Se pone el listo a limar las rejas de la cárcel y se despierta el guardia y dice:
-¿Quién anda ahí?
El listo dice:
-¡Miau!
Y dice el guardia:
-Ah, ese es el gato de siempre.
Ahora se pone a limar el tonto y dice el guardia:
-¿Quién anda ahí?
Y dice el tonto:
-¡Otro gato!
¡¡¡Baesitiosss!!!
Era una vez dos prisioneros y que al día siguiente empezaban cadena perpetua. Y le dice el listo al tonto:
-Coge aquella lima y cuando se acueste esta gente nos ponemos a limar.
Dice el tonto:
-¡Venga, vale!
Se pone el listo a limar las rejas de la cárcel y se despierta el guardia y dice:
-¿Quién anda ahí?
El listo dice:
-¡Miau!
Y dice el guardia:
-Ah, ese es el gato de siempre.
Ahora se pone a limar el tonto y dice el guardia:
-¿Quién anda ahí?
Y dice el tonto:
-¡Otro gato!
¡¡¡Baesitiosss!!!
